Piazza: "me hubiera gustado que los maten a los tres, no a uno"

El dise­ñador realizó estas polémicas declaraciones de ser una de las víctimas de un robo que terminó con un delincuente muerto. "Me hubiera encantado matarlos yo", agregó


El diseñador Roberto Piazza, una de las víctimas al asalto al restaurante la Farola de Núñez que culminó con un delincuente muerto y otros dos detenidos, aseguró hoy que si hubiera tenido la posibilidad de matar a los tres asaltantes lo hubiese hecho y que no volverá a ir a cenar a un restaurante por temor.

"Me da pena lo que nos pasó a todos los que estábamos ahí. Me hubiera gustado que los maten a los tres, no a uno solo. Pero bueno, lamentablemente mataron a uno solo", dijo el diseñador a la salida de la comisaría de Loma Hermosa, en el partido de Tres de Febrero, hasta donde concurrió para recuperar sus objetos robados.

Además, señaló: "Me hubiera encantado matarlos yo. Si hubiera tenido la posibilidad de clavarle un cuchillo en la cabeza, se lo clavaba. Lo que pasaba es que estaba inmóvil porque tenía un arma en la cabeza. No me importa lo que la gente piense".

Según el relato, todo comenzó cerca de las 12:30 cuando el salón del restaurante "estaba totalmente repleto, había como 200 personas, lleno de familias, de chicos, de mujeres".

"De golpe, tres hombres que estaban ahí cenando empezaron a gritar de forma desaforada "esto es un asalto, hijo de puta, dame la plata, todo lo que tengas". Insultaban, pateaban, rompían botellas...Estaban muy drogados", relató Piazza, quien dijo que había concurrido allí a cenar con su pareja Walter y con una amiga llamada "Vicky".

En ese momento, según contó "empezaron a sacarles a las mujeres todas las joyas, a los hombres la plata, los relojes y los celulares. A varios que se retobaron comenzaron a pegarles culatazos en la cabeza".

"Hasta que uno de los delincuentes descubrió que estaba yo ahí sentado. Me dijo "hijo de puta, vos que sos famoso y rico, dame todo lo que tenés". Se ensañó conmigo y con el revólver me apuntó en la cabeza, en la panza", agregó.

"Le di la billetera y ahí se puso más furioso todavía. Ahí manoteo los bolsos de mi amiga, de Walter y el mío. Se llevaron todo lo que teníamos, la ropa del teatro, mis cosas y la plata que tenía para pagar a los músicos de esta noche", afirmó.

El hombre contó que luego se enteró lo que había pasado con los delincuentes y que lo llamaron para que fuera a recuperar los objetos que le habían robado.

"La policía se portó muy bien. Me están entregando todo lo que recuperaron. Me entregaron el reloj lleno de sangre del (delincuente) que falleció. El reloj me lo llevo con recuerdos malos", agregó.

"Al que no le guste lo que digo, la verdad me importa tres pelotas porque todos pensamos lo mismo. Cuando tenés un revolver en la cabeza, con un drogado que te está maldiciendo, tenía ganas de que el diablo venga y se lo lleve de los pelos. Lo maldije por dentro y lo maldecía cada segundo que pasaba", dijo.

Piazza agregó que desistió de resistirse al robo por temor a que le dispararan. "Con el odio y el resentimiento que tenía (el asaltante), creo que si yo decía algo me disparaba en la cabeza. Todo este tipo de gente, la verdad, me tiene harto, si me decís vamos a cenar, a almorzar afuera, te digo no. De mi laburo me voy a mi casa y pongo la alarma", explicó.

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