Una vida de película

La de Ronnie Biggs fue una vida de película. Tanto, que la historia de su banda fue llevada al cine en "Buster", protagonizada en 1988 por Phil Collins.

El autor del llamado "Robo del Siglo" logró el sueño de todo ladrón auténtico. Tras evadirse de la justicia británica durante más de tres décadas en Brasil, donde disfrutó del mar, la playa, las mujeres, se casó con una brasileña, tuvo un hijo y, fiel a su estilo de vida, se gastó todo el dinero que había robado en un tren en Glasgow en 1963.

Salvando las comparaciones, Biggs es una suerte de Butch Cassidy de nuestra época, como aquel famoso ladrón estadounidense que robaba trenes y bancos hasta que murió en Bolivia, en extrañas circunstancias, en 1908, tras vivir también en la provincia de Chubut.

Después de robar el tren en Glasgow junto a otras 14 personas, ser condenado a 30 años de prisión y evadirse de la cárcel, el famoso ladrón británico logró ocultarse en Brasil, donde fabricó gorras, tazas de café y hasta remeras que conmemoraban su hazaña de evadirse varias veces de la justicia, con la leyenda: "Ronnie 3 -La Ley 1".

Sin embargo, Biggs admitió en una oportunidad que, aún en libertad, "era prisionero de sus actos", tras integrar la famosa banda que en 1963 cometió lo que se llamó "El Robo del Siglo", con un botín de 2,3 millones de libras de aquella época, unos 47 millones de euros actuales.

Cuando se entregó en forma voluntaria a las autoridades británicas, en 2001, gravemente enfermo, admitió a los periodistas: "Mi último deseo es ir a un pub inglés y tomar una pinta de cerveza", aunque nunca pudo concretar ese sueño, ya que cuando pisó Inglaterra fue a parar directamente a la cárcel.

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