La noche que las hinchadas rompieron una larga amistad

Si el homicidio de Maximiliano Goñi no tuvo nada que ver con el enfrentamiento entre barras, como bien destacó el titular del CoProSeDe, Rubén Pérez (ver aparte), lo cierto es que la misma se hizo presente en la noche del viernes en Avellaneda y con resultados que pudieron ser aun mucho más lamentables. No se produjeron detenciones, aunque si hubo numerosos heridos, tanto de parte de los simpatizantes de Gimnasia, los pasajeros del tren, como así también dentro de las propias fuerzas policiales.

"El tren de la amistad" se transformó en la madrugada de ayer en el "tren del horror". Es que a partir de la amistad entre ambas parcialidades, muchos simpatizantes de Gimnasia eligieron el ferrocarril como medio de locomoción para llegarse al Cilindro de Avellaneda. Es que como bien era conocido en otros tiempos, el viaje entre las estaciones de La Plata y Avellaneda para ambas parcialidades se lo denominaba el tren de la amistad, puesto que era imposible que se produjeran incidentes, y el viaje resultaba una verdadera fiesta para todos aquellos que lo emprendían.

Pero esa amistad se rompió bruscamente en la noche del viernes, y ya hay quienes juran venganza a través de las redes sociales. Luego de que tras la la derrota del elenco de Morant la parcialidad albiceleste comenzara a burlarse de los simpatizantes mens sana augurándoles un destino en la B Nacional, las caras largas y la bronca de los simpatizantes fueron creciendo y tras dejar atrás el incidente en que fue herido de muerte Maxi Goñi, muchos estallaron en la propia estación de Avellaneda, cuando al retrasarse la llegada del convoy, muchos de los simpatizantes se armaron de piedras para esperar a los simpatizantes de Racing que se acercaban a la estación Avellaneda.

El enfrentamiento entre ambas parcialidades provocó corridas, vidrios rotos, varios lesionados y la intervención policial que reprimió a ambas parcialidades y buscó terminar con el conflicto obligando a subir a todos los simpatizantes de Gimnasia al primer tren que llegó con destino a La Plata.

Pero allí no culminó todo, puesto que al no haber personal policial en el tren (en el mismo tiene jurisdicción la policía federal y no la de la provincia de Buenos Aires), los desmanes comenzaron a producirse en el interior del mismo, teniendo que detenerse en las estaciones de Bernal y Quilmes, en donde algunos barras cometieron verdaderas tropelías y atacaron a los comercios de las cercanías de estas, como así también en Berazategui, donde el convoy estuvo demorado por espacio de 90 minutos tras la intervención policial en donde se reprimió con postas de goma y gas pimienta, se obligó a todos los pasajeros a descender del mismo y tirarse al piso hasta garantizar la seguridad.

El convoy con los simpatizantes del Lobo recién llegó a la ciudad de La Plata pasadas las 3 de la la madrugada, en donde todos los simpatizantes fueron custodiados por Gendarmería Nacional hasta dejar despejada la zona de 1 y 44.