Perpetua a dos presos de la cárcel de Olmos

El caso ocurrió en 2008. A la víctima le dieron 36 puñaladas y la degollaron

Dos presos de la Unidad I de Olmos, fueron condenados ayer a prisión perpetua y declarados reincidentes -tendrán que cumplir con la totalidad de la pena máxima que establece nuestra ley, de 25 años- al ser hallados co-autores responsables del asesinato de un preso, con alevosía, ya que recibió 36 puñaladas por la espalda y luego fue degollado.

La severa pena fue impuesta por el Tribunal Oral en lo Criminal IV de La Plata -integrado por los jueces Emir Caputo Tártara, Juan Carlos Bruni (h) y Gloria Berzosa- a los presos Rubén Enrique Morais (43) y Oscar Giménez Barreiro (26), ambos de nacionalidad paraguaya.

En el fallo se explicó que de las audiencias de debate y en la etapa de instrucción, se pudo acreditar que en la calurosa tarde del 19 de marzo de 2008, cerca de las 15, en el descanso del primer piso de la escalera cuatro de la cárcel de Olmos, dos presos del pabellón 3-12, apuñalaron a otro por la espalda, en la cara, pecho, brazos, abdomen y piernas, causándole un total de 36 heridas.

Luego uno de los atacantes, según los testigos es conocido en el penal con el apodo "Samurai", tomó de los cabellos a la víctima, que se desangraba en el piso, gritó "así se mata" y la degolló con un cuchillo, causándole la muerte al preso Raúl Lorenzo Suárez Pavón.

En el veredicto se precisó que mientras esto ocurría, uno de los atacantes también apuñaló a otro interno que trató de defender a Pavón, provocándole una herida de carácter leve, suficiente como para impedir la acción de intentar frenar el sangriento ataque.

Uno de los elementos de prueba clave para probar el hecho fue el testimonio del preso que intentó salvar a Suárez Pavón, pero resultó con una herida leve por la espalda.

Los jueces entendieron que los imputados deben ser penados por el delito de "homicidio calificado por alevosía", al entender que se aprovecharon del estado de indefensión, en un cobarde ataque por la espalda.

Los procesados además fueron penados por las heridas leves a otro interno de la Unidad I de Olmos, dependiente del Servicio Penitenciario Bonaerense.

Para graduar la pena impuesta, los magistrados tuvieron en cuenta respecto de los dos condenados los antecedentes penales con que cuentan y la pluralidad de intervinientes en el caso juzgado.

Los jueces hicieron lugar, casi en su totalidad, a lo solicitado en su alegato por el fiscal de juicio Carlos Esteban Gómez, quien había pedido perpetua, aunque por homicidio triplemente calificado, por alevosía, ensañamiento -entendió que hicieron sufrir en forma innecesaria a la víctima antes de ponerle fin a su vida- y por el concurso premeditado de dos o más personas.

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