Crisis en Europa: Italia también prepara un plan de ajuste

El paquete de medidas de Berlusconi apunta a ahorrar 24 mil millones de euros en los próximos dos años. Un allegado muy cercano al primer ministro anticipó que los italianos deberán hacer "duros sacrifios para evitar terminar como Grecia"


El gobierno italiano de Silvio Berlusconi tiene previsto aprobar el martes por la tarde un
plan de austeridad por un monto de 24.000 millones de euros para los próximos dos años, con el objetivo de sanear las finanzas públicas del país en medio de la crisis de confianza que sufre Europa por los altos déficits.

El severo plan de austeridad llega al Consejo de Ministros para su aprobación tras una serie de reuniones con miembros del gobierno, asociaciones locales y sociales.

Ayer, una de las personalidades más influyentes y cercanas a Berlusconi, Gianni Letta, subsecretario de la presidencia del Consejo de Ministros, advirtió claramente que los italianos van a tener que hacer "duros sacrificios para evitar terminar como Grecia". La economía de Italia, la tercera de la zona euro, es casi siete veces más grande que la de Grecia, por lo que una crisis representaría un revés para toda Europa.

Los funcionarios del Estado italiano son los que más van a pagar el precio mayor. Según fuentes gubernamentales, los salarios de esa categoría serán congelados durante tres años.

Igualmente se mantendrá bloqueada la contratación de nuevos empleados para la administración pública, medida que ya se aplicaba. El gobierno va a exigir a todos los ministerios la reducción del 10% de los gastos y recortará los aportes a las entidades locales.

Entre las medidas más aceptadas figura el recorte de los salarios de los ministros así como de los altos funcionarios. El gobierno de centro-derecha va a modificar los plazos para solicitar la jubilación, lo que obligará a muchos trabajadores a permanecer en sus puestos de trabajo varios meses más.

Las recetas de Berlusconi no prevén "tocar el bolsillo de los italianos", según el portavoz del gobierno, y tienen como objetivo reforzar la lucha contra la evasión fiscal, uno de los grandes males de la economía italiana.

Se aumentarán los impuestos a los títulos y a los derechos de compra sobre acciones. Si bien Italia logró limitar el aumento del déficit público a 5,3% del PBI (Producto Bruto Interno) en el 2009, el gobierno no quiso lanzar un plan específico este año, a pesar de que su deuda es una de las más altas del mundo y representaba el 115,8% del PBI el año pasado. Se calcula que para este año pasará a ser el 118,4% del PBI.

Para los expertos, Italia cuenta con una economía más grande y más sólida con respecto a España y Portugal, países que anunciaron hace dos semanas brutales curas de austeridad, aunque es de todos modos uno de los "puntos débiles" de la zona euro.

La aprobación de las medidas fue adelantada varias semanas con el fin de tranquilizar los mercados y dar garantías a las autoridades europeas. Con las medidas, Italia espera reducir el déficit público al 2,7% del PBI en el 2012, aunque no se sabe si lo logrará debido a que el crecimiento fue menor de lo previsto.

Desde el punto de vista político, Berlusconi espera evitar huelgas y movimientos de protestas, así como frenar la caída de su popularidad, que llegó el mes pasado a 41%, el nivel más bajo desde que regresó al poder en el 2008.

Guglielmo Epifani, líder del mayor sindicato de la península, CGIL, protestó enérgicamente contra las medidas que considera "injustas" porque exigen sacrificios "sólo a los asalariados".

Para la oposición de izquierda se trata de medidas "enredadas" y que no atacan los problemas "estructurales" del país, aseguró Pier Luigi Bersani, actual líder del Partido Democrático y ex ministro de Desarrollo.

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