Cayó el capo máximo de la Camorra napolitana

ROMA.- El temido jefe del clan de los Casalesi, Michele Zagaria (53), prófugo desde hace 15 años, fue detenido el miércoles por la policía en un búnker subterráneo de Casal di Principe, sur de Italia, lo que constituye un de los golpes más duros contra la Camorra, la mafia napolitana. "Ganaron, el Estado ganó", clamó irónicamente Zagaria, apodado "Capastorta" (Cara torcida) tras ser sacado de su escondite. El criminal, acusado de asociación ilícita de tipo mafiosa, asesinato, extorsión y robo a mano armada, figuraba en la lista de los fugitivos más peligrosos de Italia y tenía desde 2000 una orden de captura internacional.

Localizado gracias a una minuciosa e imponente operación de policía debajo de una anónima vivienda de Casapenna, cerca de Caserta, en la región de Nápoles, su territorio, tuvo que ser extraído de su escondite con la ayuda de excavadoras. Zagaria era buscado por las fuerzas se seguridad en la península desde 1995. El temido delincuente había sido condenado tres veces en ausencia a una pena de reclusión a perpetuidad, en 2008 una vez y en 2010 dos veces, y desde el búnker seguía manejando las actividades de la organización criminal.

El despiadado clan de los Casalesi, el más poderoso de la Camorra, genera con sus negocios ilícitos unos 30.000 millones de euros anuales. Los Casalesi alcanzaron fama mundial como protagonistas de la novela "Gomorra" de Roberto Saviano, que destapó los mecanismos y actividades de la mafia napolitana y puso bajo los reflectores a muchos jefes mafiosos.

Especializado en manejar los negocios tentaculares de la Camorra y sus ganancias, Zagaria apoyó el lanzamiento en mercados de vanguardia, como el turismo, el manejo de boliches bailables y los contratos públicos, además de los sectores clásicos como la droga, las armas, los diamantes y la usura. Se dice que Zagaria solía reunirse con sus cómplices en iglesias, que prohibía el uso de cocaína en su presencia y recuerdan que discutía sus negocios sucios recostado en un lujoso sillón de una mansión acariciando una hermosa tigresa.