Termos truchos: un peligro para la salud

Aquel viejo refrán de que "lo barato sale caro", cobra vigencia como nunca en el caso de una variedad de termos fabricados con un tipo de acero inoxidable que si bien está prohibido por la legislación nacional igualmente se lo encuentra en el país. Estos termos se importan generalmente desde China y se comercializan en determinados negocios a un precio sensiblemente inferior al que pueden mostrar los confeccionados con un acero superior. Pero el tema es que pueden resultar perjudiciales para la salud, ya que como el material con el que están fabricados es poco resistente a la corrosión que produce el agua caliente, con el uso habitual en el largo plazo comienzan a transmitirse impurezas al líquido que contiene el termo y se originan afecciones en chicos y grandes.

"Como el acero tiene porosidad, químicamente las partículas migran al contenido del termo. La normativa vigente establece que estas partículas no pueden superar el 1% de la composición total del acero; mientras que en el material de origen asiático esos metales tóxicos superan el 3% de esa composición. Es un acero 15 veces más económico que el legal", explicó Carlos Bender, de la Cámara de Fabricantes de Vidrio.

Cabe destacar que tanto la normativa del Mercosur como la del Código Alimentario Argentino, especifican cuál es el acero apto para la fabricación de termos.

Además, de acuerdo con un informe técnico elaborado por la Unidad de Toxicología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez de capital federal, el acero ideal es el denominado "austenítico", del tipo 304. El mismo informe médico explica que en los chicos el uso continuo de estos termos puede producir déficit de atención, retardos en el lenguaje, alteraciones del crecimiento y en el coeficiente intelectual, además de problemas digestivos, mientras que en los adultos puede ocasionar hipertensión, falta de fuerza muscular, parálisis, cólico saturnino, impotencia sexual y disfunción renal.

SECUESTRADOS EN LA ADUANA

Este tipo de termos, que se pueden adquirir desde los 40 pesos cuando los de un acero superior cuestan unos 200 pesos, pueden encontrarse en algunos supermercados y comercios, aunque proliferan mayoritariamente en los puestos de venta callejera.

Recientemente, por caso, la AFIP destruyó 4.300 de estos termos tras haber sido secuestrados, y tanto la AFIP como la Aduana informaron que habían sido fabricados con aceros no aptos para el contacto con alimentos, y que además presentaban impurezas en su composición, de cobre, plomo, mercurio antimonio y arsénico, entre otras.

JUGUETES

Además de termos, existen otros productos que circulan ilegalmente y que pueden ocasionar riesgos en la salud. Entre ellos, juguetes de plásticos impuros y anteojos de sol que dañan la vista. Según informó la AFIP, desde el 2007 se secuestraron 1.000 kilos de juguetes y 280.000 pares de anteojos