"Siento impotencia"

El director de la Secundaria 8, Martín Reuter, recuerda el 23 de marzo -día en que un estudiante llevó un arma y jugando a la ruleta rusa se le escapó un tiro que hirió gravemente a un compañero- como "esos días ideales; lo máximo que había pasado era que tuvimos que llamar la atención a un par de alumnos por usar visera". Hasta que todo empezó a desmoronarse (ver nota central).

En coincidencia con los integrantes de la Unidad de Atención Juvenil de Derecho, Reuter afirma que para los chicos la escuela funciona como "lugar de referencia, no traen los conflictos barriales". Y agrega: "No hay paredes marcadas ni escritas, hicieron un mural, jornadas solidarias de pintura, ahora se ocuparán de brindar sonido e imagen a una escuela especial. Pero... Se sienten discriminados -remarca-. Dicen que por 2 ó 3 los juzgan a todos, preguntan porqué no tienen las netbooks, porqué no les arreglan los baños o les hacen el camino de ingreso, que empezaron en agosto de 2010 y nunca terminaron. Ellos ven todo eso. Hasta yo, muchas veces, siento impotencia", confiesa.