China lanzó su primer laboratorio espacial

Es un módulo no tripulado de 8,5 toneladas, la avanzada para formar una nueva estación

China lanzó ayer desde el centro de lanzamiento de satélites de Jiuquan, su primer módulo de laboratorio espacial, el Tiangong-1, no tripulado, unido al cohete portador Gran Marcha 2FT1.

De 8,5 toneladas de peso, 10,4 metros de largo y un diámetro de 3,35 metros, el Tiangong-1 se acoplará con las naves Shenzhou-8, Shenzhou-9 y Shenzhou-10 en los próximos dos años. El primer acoplamiento espacial experimental, dos días después del lanzamiento de la nave no tripulada Shenzhou-8, está programado para dentro de un mes, cuando el Tiangong-1 descienda desde la órbita de 350 kilómetros a la de 343 kilómetros, en un acoplamiento que durará 12 días.

El segundo acoplamiento experimental con Shenzhou 9 se producirá en 2012, mientras que Shenzhou-8 regresará a la Tierra y Tiangong-1 volverá a la órbita original tras ambas pruebas a la espera del tercer acoplamiento.

Según se destacó, los experimentos de acoplamiento ofrecen valiosa información para la construcción de una estación espacial de 60 toneladas y tripulada permanente de China, programada para el año 2020.

De acuerdo con el programa espacial tripulado de China, la nave Shenzhou-10, que posiblemente sea tripulada incluyendo tal vez a una primera mujer astronauta, podría ser lanzada en 2012, también para unirse al módulo de laboratorio lanzado ayer.

El Tiangong-1, que se espera permanezca en órbita durante dos años, representa una importante etapa en los esfuerzos chinos para construir una estación espacial tripulada.

EL LANZAMIENTO

Diez minutos después del lanzamiento, el Tiangong-1 se separó sin problemas, a unos 200 kilómetros de la Tierra, y luego el módulo desplegó sus dos paneles solares.

Y cuando aún no habían transcurrido 30 minutos desde el despegue del lanzador, Chang Wanquan, comandante jefe de los programas espaciales tripulados chinos, declaró que había sido "un éxito".

Tiangong-1 girará en una órbita a 350 km de altura, superior a la de la Estación Espacial Internacional (ISS), y luego descenderá hasta los 343 km para el acoplamiento con la nave Shenzhou VIII.

La tecnología del acoplamiento espacial es compleja porque las dos naves, situadas en una misma órbita y que se mueven a unos 28.000 km/h alrededor de la Tierra, deben acercarse progresivamente antes de unirse para evitar destruirse.

Antes de construir hacia 2020 una estación orbital como la rusa Mir o la ISS, en la que una tripulación puede vivir de forma autónoma durante varios meses, China debe realizar otros ensayos una vez que el Tiangong-1 se desorbite en 2013.

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