Marcha por muertes de uniformados

Una marcha de familiares de policías se realizará hoy por la tarde ante el Congreso nacional, para reclamar medidas "de seguridad" para los uniformados, tras el récord de muertes de policías en situaciones de robo registrado en lo que va de enero: cuatro agentes de la Federal y uno de la Bonaerense.

La concentración, convocada a través de Facebook y Twitter, está para prevista para las 18 en la esquina de Rivadavia y Callao, de la capital federal, y está organizada por personas vinculadas a integrantes de la Policía Federal, pero participarán también, según trascendió, familiares y amigos de la fuerza de seguridad y del Servicio Penitenciario de la Provincia, así como de la agrupación bonaerense conocida como "las Madres de los Pañuelos Azules".

Cuatro de los cinco crímenes de policías en la primera quincena de enero fueron cometidos en situaciones de robo en el Conurbano bonaerense, y en tres de esos casos se trató de uniformados de la Policía Federal que se vieron involucrados en esos episodios pero no estaban, obviamente, de servicio.

Así, el 7 de este mes el cabo de la Federal Fernando Leguiza fue asesinado de tres tiros durante un robo a una heladería en la que estaba como cliente, en el distrito bonaerense de Hurlingham. El día 12, a otro cabo de la Federal, Cristian Chávez, lo mataron a balazos en el municipio del Conurbano de Lanús, donde estaba visitando a un familiar, delincuentes que intentaron robarle el auto. El día 15 el cabo de la Federal Alejandro Valdez recibió tres tiros y murió durante un asalto a su casa en la comuna bonaerense de La Matanza.

El cuarto crimen de policías en territorio provincial en este período ocurrió el día 17 en la localidad de Bernal, en el distrito de Quilmes, cuando el comisario de la Bonaerense Adrián Díaz fue ultimado por delincuentes que le robaron su auto particular. Y la única muerte ocurrida en la capital federal -y en el único episodio en el que el uniformado no estaba de franco sino cumpliendo con su trabajo- sucedió el 5 de enero, cuando el agente de la federal Cristian Guerrero perseguía a dos ladrones y cayó del techo de un galpón, muriendo en el acto.