"No nos cuesta nada y puede ser positivo"
"Yo no como sal y en el restaurante donde trabajo como encargado cocinamos sin sal. A mi me parece bien este tipo de medidas, porque a nosotros no nos cuesta nada incluir una advertencia en la carta ni ofrecer sales light. Lo que cuesta es cambiar la forma de comer de la gente. Acá, cuando salió la ley que prohibía los saleros en las mesas, no dejamos ningún salero. Pero todos los piden". Andrés Waisman (30).
"Son medidas que a la larga no dan resultado"
"Esta ley se parece a la anterior, que prohibía los saleros en las mesas. Todos los sacamos, pero la gente los sigue pidiendo en más del 80% de los casos y eso, como encargado de un local gastronómico, veo que pasa todo el tiempo. O sea: no cambió nada. Por supuesto, como es una ley nosotros la vamos a respetar. Tampoco nos representa una molestia. Pero lo cierto es que no creo que vaya a cambiar la cultura con este tipo de medidas". Sebastián Campoy (27) .