La pareja platense que luchó doce años para tener un hijo
| 8 de Enero de 2012 | 00:00
Habían pasado unas pocas horas de la Navidad y, pese a la contracción que la hizo saltar de la cama, Cecilia Hernández quiso convencerse que todavía no era tiempo. Llevaba 34 semanas de embarazo y quería esperar un poco más. Fue con su esposo Diego Bavaro hasta el hospital Español y, una vez allí, entre sueros y corridas, el médico le dijo que ya no podían esperar más: "Tiene que ser ahora. La presión arterial está demasiado alta". Hubo un llanto, o muchos. También un pánico gigante. Pero a las nueve y un minuto del 26 de diciembre pasado, la pequeña Camila salió a la luz y, luego de doce años de búsqueda infructuosa, de ir y venir por consultorios ginecológicos y de tratar sin suerte con todos los tratamientos posibles, Cecilia y Diego tuvieron a su primera hija gracias a la ley de fertilización asistida y se convirtieron así en la pareja que más esperó para concretar el sueño de ser padres.
"Fue demasiado tiempo -dice ahora la madre-, pero la espera valió la pena. Creo que no podría haber tenido un mejor regalo de Navidad". A sus 37 años, esta platense ama de casa logró quedar embarazada tras un tratamiento In Vitro que se realizó en el hospital San Martín de La Plata. "Todo fue difícil -reconoce ella-, habíamos hecho cuatro intentos de baja complejidad sin resultados, pero el año pasado pudimos hacernos el tratamiento in Vitro y cumplir el sueño de tener a Camila en brazos".
Ella y su marido forman la única pareja platense y una de las 65 de toda la Provincia que hasta ahora, a casi un año de que entrara en vigencia la ley bonaerense de fertilización asistida, logró embarazarse con el tratamiento gratuito que ofrece la norma. Su historia no fue sencilla: tras más de una década yendo y viniendo por distintos consultorios ginecológicos, la posibilidad de tener un hijo parecía cada vez más lejana y difícil.
"Hace cuatro años me habían operado de endometriosis, que era una de las causales del problema -explica Cecilia-. Mi marido además tenía varicocele en un grado leve y veníamos luchando para poder embarazarnos. Hace tres años, incluso, dejamos de fumar porque nos habían dicho que eso ayudaba. Cuando salió la ley ni lo dudamos. Me anoté en enero y a los dos meses me dieron el turno para un tratamiento de alta complejidad".
Tras semanas de estudios, preparación hormonal y psicológica en el hospital San Martín de La Plata, a principios de mayo pasado la pareja concurrió al centro de fertilización Procrearte, en capital federal, para encarar allí los procedimientos más complejos del tratamiento. "Ahí me aspiraron 12 óvulos y después de cuatro días me implantaron tres embriones que se lograron por la técnica in Vitro, de los cuales uno prosperó -detalla Cecilia-. Mi búsqueda fue muy larga, y a lo largo de 12 años nosotros íbamos viendo cómo mis hermanos más chicos y todos mis amigos formaban su familia pero a nosotros no nos tocaba nunca".
Lejos de terminarse, la historia para ella y Diego recién comenzaba. Desde su primera consulta hasta el nacimiento de Camila, Cecilia recurrió a cinco ginecólogas distintas y a cuatro inseminaciones. "Perdí mucho tiempo porque no me hice de entrada una paroscopia -detalla-. Cuando finalmente me la pude hacer, descubrí que tenía la endometriosis. Yo nunca me resigné, pero la verdad es que tampoco creía que la ley de fertilización asistida iba a salir. Escuchaba las discusiones y leía el proyecto y me iba haciendo casi una experta en el tema, pero no creía que fuera a aprobarse. Recién cuando salió volví a esperanzarme con el sueño de ser mamá".
Como se recordará, la ley de fertilización entró en vigencia a partir de su publicación en el Boletín Oficial el 3 de enero del año pasado con el número 14.208 y fue reglamentada por el ministerio de Salud bonaerense junto con representantes e intervinientes en la atención médica de la fertilización asistida del sector público y privado. Desde su entrada en vigencia, hace poco más de un año, se lograron 65 embarazos y ya nacieron 12 niños concebidos por fertilización asistida en tres hospitales provinciales: Alende de Mar del Plata, San Martín de La Plata y Güemes de Haedo.
"El tratamiento complejo -detalla Cecilia- costaba unos 12 mil pesos, cuando mi marido ganaba 500 pesos por mes manejando un taxi y no tenía obra social. Cuando se aprobó la ley, él pasó a trabajar en una fábrica y yo lo primero que hice fue conseguir el texto y estudiarlo al detalle. Fue bravo, porque para el tratamiento tuve que soportar diez días de inyecciones, la extracción de los óvulos y, después de todo eso, la implantación. Fue duro pero valió la pena: el sábado 14 de mayo, todavía me acuerdo, terminé con todo y a la semana me enteré que estaba embarazada. Algún día, seguro, a Camila le voy a contar todo lo que deseamos tenerla".
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