“Nunca me tomé muy en serio la locura que hay en la televisión”

Luego de estrenar el filme “Infancia clandestina”, que fue elegido el viernes por la Academia nacional para precompetir por el Oscar, la actriz Natalia Oreiro sostuvo que disfruta haciendo cine porque es un medio que permite afrontar “riesgos distintos” a los de la pantalla chica y consideró que el séptimo arte es un ámbito donde puede encarar “personajes más complejos”.

Alejada de la pantalla chica, la uruguaya encarna en el filme de Benjamín Avila a la madre de un preadolescente que regresa a la Argentina en plena dictadura junto a su marido y su hijo, y después de haber vivido en el exilio, para comenzar una nueva vida desde la clandestinidad.

UN PERFIL DIFERENTE

Para Oreiro, poder encarar este tipo de roles es uno de los principales motivos por los que, en el último lustro, privilegió el cine a la hora de trabajar. “Es una búsqueda hacia un determinado perfil de actriz que me empezó a interesar en un momento de mi vida, donde sentía que necesitaba afrontar riesgos distintos que quizás en su momento en la tele, que era mi mundo más cotidiano. Sentía que el cine me daba esa posibilidad, entonces me abrí a esa propuesta”, explicó la estrella de telenovelas como “Sos mi vida” y “Muñeca brava”.

En ese sentido, la artista destacó que no le importa si tiene que hacer papeles protagónicos o de reparto, o si le toca trabajar en filmes comerciales o independientes, mientras pueda sentirse libre a la hora de componer un personaje. “Soy actriz y lo que todo actor quiere es poder elegir en qué trabajo involucrarse. Estoy muy contenta con las películas que estoy haciendo, han sido entre sí personajes muy diversos, muy diferentes y está bueno porque también creo que la experiencia y la edad ayudan a que uno se convierta en mejor intérprete y tenga más herramientas para aplicarlas en todo esto”, sostuvo.

Oreiro también consideró que se siente más cómoda con los tiempos del cine y afirmó que en la gran pantalla puede elegir papeles que no podría hacer en la televisión. “Nunca me tomé muy en serio la locura que hay en la televisión, quizás porque comencé muy chica. Siempre fue parte de mi realidad el hecho de poder vivir de lo que me gusta. Obviamente uno disfruta más si está más relajado, cuando el éxito comercial acompaña esa elección artística. Pero siempre traté de mantenerme bastante al margen”.

“Porque mi necesidad de hacer cine tiene más que ver con un tema de tiempos, donde la tele con sus tiempos te mata. El cine tiene un perfil mucho más bajo y la exposición es mucho menor. Es otra forma y como actriz me permite realizarme en personajes que en su momento en la televisión me eran más complejos de abordar”, concluyó.