Los vampiros se despiden

Finalmente se estrena en los cines locales la quinta y última película de la “Saga Crepúsculo”: “Amanecer Parte 2”.

Habiendo dividido, en un alarde de ingenio, en dos el último libro de Stephenie Mayer “Amanecer”, el director Bill Condon y la guionista Melissa Rosenberg compartimentaron la emoción que traía aparejada la culminación del romance entre la mortal Bella y el vampiro Edward, requiriendo de un gran esfuerzo por parte de los espectadores para recordar en qué había terminado la película anterior (Bella dando a luz, muriendo y renaciendo como vampiro).

La trama vuelve a su cauce con momentos de ternura y otros de tensión. Y, si bien los fans de la saga conocen al dedillo la historia, se van a encontrar aquí con un exótico agregado que sólo sirve para aportar media hora de una cruenta batalla que les permite completar las casi dos horas de largometraje pero que es un aditamento difícil de digerir.

Con los protagonistas habituales de la historia, Kristen Stewart, Robert Pattinson y Taylor Lautner, como el triángulo amoroso compuesto por Bella, Edward y Jacob, todos luciendo un aspecto radiante y seguro, la alegría de los seguidores de estas películas está asegurada, aunque por momentos se terminen robando la ternura de la trama personajes secundarios o hasta nuevos.

Sin siquiera apelar al 3D para acrecentar la espectacularidad del filme, el paisaje invernal y el vestuario resultan tan protagónicos como el nutrido ejército de actores. Los efectos especiales se ajustan a la trama para aportar un espectáculo digno aunque no se logre derrotar el encanto de la primera de todas las películas, “Crepúsculo”, producto de las sabias manos de Catherine Hardwicke.

CAMINOS SEPARADOS

Con el estreno de hoy se cierra el ciclo de la “Saga Crepúsculo” y sus protagonistas podrán desarrollar sus carreras por otros rumbos. De hecho, tanto Taylor Lautner como la pareja conformada por Kristen Stewart y Robert Pattinson ya protagonizaron un par de películas cada uno.

Lo mismo ocurrió con Ashley Greene (Alice), a quien ya se la vio en el filme de terror “La aparición”, y con el resto de sus compañeros vampiros, incluidos Nikki Reed, Kellan Lutz y el también cantante Jackson Rathbone.

Pero este último filme tiene reservadas varias sorpresas en el reparto, principalmente de vampiros. A los regresos de un excesivamente afeminado Aro compuesto por el genial Michael Sheen, de Jamie Campbell Bower (“Swenney Todd”) como Caius, de Dakota Fanning (“The Runnaways”) como Jane y de la argentina Mía Maestro como Carmen, se suman pequeñas historias personificadas por rostros conocidos.

Mientras la infortunada Irina se corporiza en Maggie Grace (“Lost”), su hermana Tanya (MyAnna Buring) compone junto a la estrella televisiva de “Pushing Daisies”, Lee Pace, como el atractivo Garrett, una pareja que compite en romanticismo y atractivo con Bella y Edward.

Finalmente, el departamento de casting no pudo resistirse a contratar a Rami Malek, el inolvidable faraón egipcio Akhmenrah de “Una noche en el museo”, para corporizar con sus ojos claros y su piel oscura al dotado vampiro de El Cairo, Benjamin. Así, nuevas caras llegan para ser adoradas por el fanatismo adolescente.