Triple crimen en Morón: ordenan detención de un norteamericano

El Tribunal de Casación Penal bonaerense ordenó ayer la inmediata detención de un ciudadano norteamericano que estaba en libertad, a pesar de haber sido condenado a perpetua por los crímenes de su mujer, embarazada de 8 meses, y sus dos hijos, en un caso ocurrido en Morón, en el 2009.

En tal sentido, voceros judiciales indicaron que los jueces de la Sala III, Víctor Violini y Ricardo Borinsky confirmaron la condena de primera instancia a prisión perpetua y ordenaron la captura del condenado, ante el peligro de fuga, a pesar de que tenía una prohibición de salir del país, y se comunicó lo resuelto al embajador de los Estados Unidos.

En esta causa, un Tribunal Oral de Morón halló a Antonio Orlando Cajal, nacido hace 29 años en Atlanta, Georgia, culpable del doble homicidio calificado de sus hijos Brian, de 6, y Rocío, de 4, y del homicidio simple de su concubina, Lilian Fuño Rodríguez (26).

Los jueces de Casación, en su fallo, dieron por acreditado que el 2 de noviembre de 2009 en la casa de las víctimas, en Morón, “el imputado golpeó con un elemento contuso cortante a Fuño Rodríguez, quien estaba embarazada”.

En la resolución se indicó que el acusado le destrozó la cabeza a la víctima y le causó la muerte.

También se detalló que Cajal luego atacó con el mismo elemento a su hijo menor, cuando el niño estaba jugando en el living de su casa, “”provocándole ruptura de piezas dentarias, lesiones en la región cervical, en maxilar inferior, zonas pre auricular derecha y parietal izquierda, en el rostro, brazos, pecho, abdomen, dorso y el dedo índice de la mano derecha, con hematomas internas, fractura en la base del cráneo y en la región parietal izquierda, y daño en meninge, que provocaron hemorragias internas del cráneo y la muerte inmediata”.

Luego hizo lo mismo con la niña, que estaba en el dormitorio, provocándole la muerte mediante certeros golpes, que causaron fractura de cráneo y perdida de masa encefálica, que le causaron la muerte..

Cajal estuvo preso hasta septiembre de 2010, cuando la Cámara Penal de Morón le concedió la libertad; así llegó a juicio oral, en el que se le aplicó la pena máxima y no fue preso, porque la sentencia no estaba firme.

En esa sentencia de primera instancia -ahora confirmada por Casación- se determinó que Cajal asesinó a sus víctimas con un martillo.