Un cura al borde de la muerte al sufrir golpiza en un robo
| 11 de Febrero de 2012 | 00:00

El cura de una parroquia de un barrio del partido de Florencio Varela fue gravemente herido a golpes y cuchillazos por delincuentes, que le robaron dinero, una computadora y un grabador, informaron fuentes policiales.
Se trata del padre Nicasio Aníbal Alegre (69), quien anoche permanecía internado en terapia intensiva y con respirador artificial en el Hospital El Cruce, mientras que la Policía detuvo a dos jóvenes sospechosos de haber tenido participación en el salvaje ataque.
Según las fuentes policiales, el episodio ocurrió la noche del último miércoles en la Iglesia San Francisco, ubicada en la esquina de las calles 1436 y 1429, de la localidad de La Capilla, en ese partido del sur del Conurbano.
El padre Nicasio fue encontrado desvanecido al lado de su cama la mañana del jueves por un vecino que vio la puerta abierta de la pequeña casa en la que vive, ubicada detrás de la Iglesia.
Al instante fue alertada la Policía y una ambulancia, que trasladó al cura al Hospital El Cruce con graves heridas en el cráneo y cortes en distintas partes del cuerpo.
Los investigadores policiales determinaron que, aparentemente, el cura fue atacado durante un asalto, ya que le robaron dinero y algunos objetos de valor, entre ellos una computadora y un equipo de música.
SOSPECHAS
La sospecha principal de los pesquisas es que quien cometió el hecho es conocido por el padre Nicasio, ya que ni el acceso a la casa ni el candado de una reja exterior estaban violentados, por lo que se sospecha que fue el mismo cura quien permitió el ingreso de su atacante.
"Estaba casi muerto. Creemos que por ahí fue alguien del barrio, alguien conocido que al reconocerlo el padre intentaron matarlo para que él no los pueda delatar", manifestó un catequista que colabora en la parroquia que se identificó como Juan.
"Tiene fractura de cráneo, fractura en la clavícula, tiene golpes en todo el cuerpo, tiene marcas en los brazos como que quisieron atarlo, tiene cortaduras en los brazos, puntazos en el cuerpo, fue una tortura", agregó el catequista.
Según dijo un jefe policial, en la zona donde está ubicada la parroquia no hay instaladas cámaras de seguridad municipales y ningún vecino manifestó haber visto movimientos extraños durante la noche.
SIN PIEDAD
"Uno si quiere atacarlo lo empuja, él se cayó y ya no se puede levantar, no era necesaria tanta brutalidad para robarle", relató Juan, en referencia a que el cura es "discapacitado" desde que en su juventud lo operaron de una lesión en la cadera, por lo que le "cuesta caminar" y "mantener el equilibrio".
Ayer por la mañana, además, el intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra, recibió en su despacho al jefe departamental de Quilmes, el comisario mayor Pablo Otero, con quien mantuvo una reunión en la que le "expresó su preocupación" por el ataque al sacerdote, según informa un comunicado de prensa de la intendencia.
De acuerdo a la comunicación oficial, "el lamentable suceso del padre ocupó la mayor parte de la reunión" con Otero, quien al salir relató: "El Intendente se mostró muy preocupado por el tema y se le informó que la policía está trabajando un ciento por ciento, con la totalidad del personal abocado a esclarecerlo".
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