Llegan huéspedes al Zoo y ya preparan las cunas

Hembras y machos de especies autóctonas esperan a sus parejas en el Bosque. Reestrenan un ambiente y construyen otros dos

El Jardín Zoológico de La Plata prepara "las cunas" para los próximos nacimientos. Continuando con el plan de conservación y reproducción trazado hace unos meses, hembras y machos de especies autóctonas esperan a sus parejas, que llegarán entre junio y julio. Para recibir a los nuevos huéspedes que junto a los ya existentes agrandarán la colección faunística del paseo del Bosque, se reestrenará un ambiente y terminarán de construirse otros dos recintos. En esta etapa del programa se sumarán ejemplares de yaguareté, aguará guazú y tapir, que llegarán por convenios acordados con otros zoos.

"Relanzamos hace un tiempo la política de la conservación y la reproducción y queremos mantenerla. Esta vez trabajaremos en la concepción de animales de la región sudamericana; en algunos casos tenemos las hembras y en otros los machos. En realidad el plan de protección abarca a todas las especies, incluidas las exóticas, pero ahora vamos por más de las autóctonas", anticipó el director del Zoológico, Diego Balducchi.

No bien se concrete la llegada de los machos de aguará guazú (prevista para julio) se reinaugurará el espacio donde habita ese mamífero de pelaje rojizo y de una fisonomía en la que se mezcla el lobo y el perro. En cambio, para las parejas que se conformen con los nuevos tapires y yaguaretés (en junio) habrá ambientes a estrenar, pensados en su diseño y ambientación para que se acerquen lo más ajustadamente posible a los hábitats espesos y de pastizales característicos de las zonas selváticas, de donde son originarios esos animales.

LAS CARACTERISTICAS, ESPECIE POR ESPECIE

Todo lo que se reproducirá en estos meses integra, como se dijo, la fauna autóctona. El yaguareté (panthera onca) es uno de los grandes felinos de Sudamérica que habita las selvas Misionera y Yunga. Se trata de un animal que en otras épocas poseía un amplio rango de distribución, que llegaba, incluso, hasta la provincia de Río Negro. Hoy la presión sobre la especie, ya sea a través del desmonte y la transformación del ecosistema como su caza indiscriminada, lo coloca en una condición de amenazada. Las hembras, tras una preñez de tres meses y medio dan a luz entre 1 a 5 crías, que permanecerán con la madre hasta aproximadamente los 2 años, edad en que alcanzan la madurez sexual.

El aguará guazú se distribuye desde el centro y sur de Brasil, Paraguay, extremo oriental de Bolivia, Uruguay y en el nordeste de Argentina. Su ambiente natural son los montes abiertos con abundantes pastizales altos. Las poblaciones existentes en nuestro país se ven reducidas a tal punto que es considerada una especie vulnerable debido a la destrucción de su hábitat y a una enfermedad provocada por parásitos renales. Además, sufre persecuciones por el valor de su piel y por creencias que le otorgan virtudes curativas a ciertas partes de su cuerpo. Los nacimientos se dan en las estaciones de otoño e invierno y luego de 65 días nacen entre 1 y 3 cachorros.

Asociado a las formaciones boscosas del norte de Argentina hasta Venezuela, incluyendo su amplia distribución en el Amazonas brasilero, el tapir vive ligado a un cuerpo de agua, donde suele permanecer y transitar al resguardo de predadores como el yaguareté. En época de celo se aparea con varias hembras. El proceso de preñez dura casi un año y da a luz a una única cría.

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