Sólo el valor del triunfo

La vieja fórmula de la pelota detenida le dio un desahogo

Estudiantes pudo cortar, con mucha angustia, el rosario de derrotas (tres al hilo) y para abrazarse a la victoria tuvo que sudar la camiseta y apelar a lo que mejor sabe hacer (la jugada con pelota detenida), para derrotar a un Godoy Cruz que viene mucho peor que los albirrojos en este torneo Clausura.

Un tiro libre ejecutado por el capitán Juan Sebastián Verón, que no asomaba en el campo de juego desde el partido contra Boca, desde el costado derecho, encontró por el primer palo la cabeza de Leandro Desábato, y con esa conquista, lograda a los 44’ del primer tiempo, pudo Estudiantes conseguir el desahogo que venía pidiendo casi a gritos.

Pero no le resultó sencillo ni mucho menos al ahora equipo conducido interinamente por Martín Zuccarelli poder festejar su quinto triunfo en el torneo, ya que su rival, aunque sin muchas luces, lo acosó bastante a partir de que dispuso más de la pelota aunque, para fortuna de los locales, careció anoche de claridad en la llegada.

Igualmente casi se abraza al empate en la última jugada del partido, cuando tras una media vuelta de Ariel Rojas dentro del área la pelota se fue besando el palo derecho mientras que en el estadio todos los hinchas albirrojos se quedaron casi sin respiración.

La Brujita, que hasta aquí había jugado poco y nada, puso el poco fútbol que tuvo Estudiantes, al margen de ese centro para el gol de Desábato lanzado en palomita, pero cuando tuvo que salir martirizado nuevamente por ese sóleo de la pierna derecha que no termina por curarse del todo, el equipo volvió a ser el de las últimas fechas, en donde los desaciertos y las dudas han sido casi una constante.

Terminó apretado, casi pidiendo la hora, y hasta desaprovechando una magnífica oportunidad para resolver el pleito pero en el mano a mano que tuvo Mauro Boselli a los 37’ del complemento, le ganó el arquero Ibáñez que cortó muy bien abajo, cuando parecía que el goleador pincharrata, habilitado por Matías Sánchez, seguía su carrera hasta dentro del mismo arco del Tomba.

Esto marcó sin duda el declinante momento de Estudiantes que anoche solamente rescató el valor de la victoria ya que por lo demás el equipo vovlió a ser prácticamente el mismo, con sus virtudes y defectos, aunque esta vez lo salvó las marcadísimas limitaciones que mostró el rival de turno que en esto de no poder ganar supera con largueza a los pincharratas.

El partido técnicamente fue muy pobre. Más luchado y peleado que jugado. Los dos no trataron bien a la pelota y el nivel individual resultó de vuelo muy bajo.

Pero aún dentro de todo eso fue el Tomba quien se mostró un poco más incisivo, como lo muestra la pelota que Andújar le tapó en el primer tiempo a Caruso, que le pateó dentro del área chica, y esa última pelota de Rojas que se fue rosando el palo derecho con Andújar fuera de acción.

Lo de Estudiantes fue más forzado, y con el sello de la jugada con pelota detenida o el pelotazo, donde encontró algunas fragilidades en el fondo mendocino. Pero la falta de tranquilidad y la gran ansiedad que ha hecho presa a sus jugadores le jugó en contra, aunque esta vez la recompensa fue más generosa que en las últimas fechas.

Con este resultado, Estudiantes llegó a los 19 puntos y cortó una racha de seis partidos sin ganar, con cinco derrotas y un empate. Por su parte, Godoy Cruz protagoniza una pobrísima campaña de 10 unidades y acumula tres derrotas consecutivas bajo la conducción de Omar Asad.

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