Excremento canino, un peligro en plazas y parques platenses

Lo advirtieron especialistas de la UNLP, que pusieron en marcha en un programa de prevención contra las enfermedades que transmiten los animales

Docentes y alumnos de cinco facultades de la Universidad Nacional de La Plata están desarrollando un proyecto de extensión cuyo objetivo es convertir a las plazas de la Ciudad en espacios saludables "libres de heces caninas". Concretamente, se trata de un trabajo contra la zoonosis (transmisión de enfermedades de animales a humanos) del que también participan maestras y chicos de escuelas primarias, con quienes vienen realizando talleres acerca de la problemática a fin de que se sumen como agentes para concientizar a la población.

Veterinaria reveló que en La Plata existen numerosos perros infectados por un peligroso parásito y que el suelo de todas las plazas está contaminado con huevos del mismo

"No puede haber salud humana sin atención de la salud animal y medioambiental", es la premisa que guia a profesores y estudiantes de las facultades de Veterinaria, Ciencias Naturales, Ciencias Exactas, Bellas Artes y Humanidades, quienes han conformado un equipo interdisciplinario para prevenir enfermedades zoonóticas provenientes de los caninos.

La iniciativa tomó como "área piloto" el Parque Saavedra, debido a la gran cantidad de niños y adultos que juegan y hacen deporte en ese amplio espacio verde, y contempla la realización de talleres informativos, actividades educativo-sanitarias en la comunidad vecina y el diseño y la colocación de dispositivos aptos para la recolección y deposición de las heces, entre otras propuestas.

"TODAS LAS PLAZAS"

El proyecto comenzó a tomar forma a partir de varios estudios que efectuó -desde 1998- la cátedra de Parasitología Comparada de Veterinaria sobre la epidemiología del parásito zoonótico Toxocara canis. Los resultados revelaron que en La Plata existen numerosos perros, con y sin dueño, infectados por ese parásito, y que el suelo de todas las plazas está contaminado con huevos del mismo, que son eliminados con las heces de los animales y constituyen una fuente de infección para otros canes y para las personas.

Los especialistas explicaron que los huevos de Toxocara canis mantienen su viabilidad y pueden continuar infectando "durante períodos de tiempo muy prolongados, soportando las diferentes condiciones del ambiente", como temperaturas extremas, escasa humedad y vientos, entre otros.

"Si los huevos ingresan a un hospedador inespecífico como es el hombre, las larvas migran en forma aberrante alcanzando órganos como hígado, pulmones, cerebro, globo ocular, y pueden ocasionar diferentes síndromes o enfermedades leves, graves o letales", se alertó, para enumerar esas patologías: crisis de asma, trastornos cognitivos, convulsiones, estrabismo, pérdida de visión, granulomas eosinófilos.

LAS ETAPAS

La primera etapa del trabajo consiste en realizar un estudio observacional, para el cual los docentes y alumnos de las cinco unidades académicas establecen un día de muestreo. Recorren el parque recolectando las heces, que luego son analizadas en laboratorio para la búsqueda de formas parasitarias. Además se realizan observaciones y registro de los hábitos de los dueños y paseadores de perros.

Luego, la tarea extensionista prevé el diseño y elaboración de trípticos y afiches de divulgación e información sobre los parásitos más frecuentes y sus mecanismos de transmisión, así como el diseño de las bolsitas y los dispositivos para desechar las heces en el parque.

Como se indicó, un pilar del proyecto es el programa de prevención que se desarrolla mediante acciones educativas en las comunidades escolares de la zona aledaña al parque, incluyendo a los padres de los chicos.

En tal sentido, María Inés Gamboa, codirectora de la iniciativa, explicó que "los talleres educativos se dictan en la Escuela 11 -12 y 68- y en el centro educativo Padre Castañeda -13 entre 68 y 69-.

Finalizada esa etapa y colocados los dispositivos para desecho de las heces caninas, el grupo de trabajo de la UNLP junto con los alumnos y maestras de las escuelas realizarán una campaña educativa en el parque. "La idea es que los chicos se conviertan en guardianes ambientales y transmitan a los mayores lo aprendido en esta experiencia", destacó Gamboa, y señaló que el objetivo de máxima es extender la iniciativa al resto de los paseos públicos de la Ciudad.

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