Implacable retrato de un chico abandonado

Por

Alejandro Castañeda

EL CHICO DE LA BICICLETA.- Los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne siguen retratando desvalidos y excluidos en escenarios que no dan tregua ni salida. Todo filmado con cámara en mano, con imágenes ásperas, sin maquillaje ni esperanzas. El esquema arrojó magníficos resultados en sus trabajos iniciales (“El niño”, “El hijo”), pero ahora está dando señales de repetición y cansancio. El desfile de pesares se ha vuelto algo mecánico. Y la realización reitera recursos. Escasea la intensidad, la espontaneidad, la crudeza y la alta emotividad de sus primeros trabajos. En “Rosetta” y “El silencio de Lorna” ya se notaba cierta manipulación. Que aquí se ha enfatizado.

Es la historia de un chico de 12 años en un pueblito francés. Madre ausente y padre que lo abandona. El está en un refugio pero no hace caso a sus tutores. Solo quiere encontrar a su padre. Y lo encuentra y el padre lo rechaza. Y el chico se volverá cada vez más violento, más resentido, más frustrado. Y el destino lo pondrá ante el bien y ante el mal, personificado por una peluquera que lo quiere criar y un delincuente que lo quiere corromper. La película tiene sus méritos: deja a un lado los subrayados, retrata con pocos pincelazos la angustia de ese chico, y aporta una luz de esperanza al final del camino. Pero el guión falla, hay escenas muy descuidadas, es inverosímil y no emociona. Hay un par de momentos muy logrados (el reencuentro con el padre), pero a veces uno siente que los Dardenne abusan del sufrimiento de sus personajes. (*** BUENA).

A SEGUIR HUYENDO

LA ERA DEL HIELO 4. Repiten hallazgos, pretensiones y personajes: el mamut Manny, el perezoso Sid, el tigre Diego y la ardilla Scrat, que persigue eternamente esa bellota esquiva casi una alegoría del destino. Es el filme de animación que más nos gustó esta temporada. Buena historia, imágenes logradas, aventuras al por mayor y media docena de perlitas de humor que le van sumando peripecias al accidentado camino de este cuarteto que sólo quiere volver a casa. La amistad, el coraje, la solidaridad con la manada, el amor de padres e hijos colorean la historia. Hay mucha aventura, un malvado pirata, viñetas románticas y la presencia ominosa y avasallante de una naturaleza que arrasa con todo. El filme se sostiene. Y el corto del comienzo y la secuencia inicial entre Scrat y la bellota, son impecables. (*** ½)

VOLVIO EL HOMBRE ARAÑA

EL SORPRENDENTE HOMBRE ARAÑA, de Mike Webb.- Diez años después de que Sam Raimi lo lanzara, vuelve el hombre araña a reclamar su lugar entre la fila de heroicos luchadores del bien que, por lo menos en el cine, están ganando su partida. En esta cuarto capítulo hay pocas novedades. La diferencia del hombre araña con otros paladines es que el tono liviano, juvenil, de su propuesta le permite mezclar la comedia de enredos, los besos y la sangre. En el fondo, son filmes de iniciación (en el amor, en la lucha ciudadana, en la toma de posición ante la vida) que obligan al antihéroe de turno a tener que bajar del cielo para poner un poco de orden. Y está bien resuelta: es llevadera, espectacular, romántica. Tiene nuevo protagonista, Andrew Garfield, que le suma la dosis justa de inmadurez, perplejidad y valor. Y la vivaz Emma Stone, la encargada de lidiar con este justiciero que se ocupa más de los villanos que del amor. (*** BUENA)

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