Jorge Colman Lerner

Con el fallecimiento del físico Jorge Colman Lerner distintos ámbitos científicos y académicos pierden una figura de singular valor que se dedicó, con un particular fervor, al estudio de la aerodinamia.

Jorge León Colman Lerner había nacido el 9 de junio de 1950 en la capital federal, pero a los pocos meses de vida su familia se mudó a La Plata y terminó radicado en esta ciudad para siempre. Fue el hijo menor de León y de Amelia Ciaffardo y creció junto a su hermano, Horacio. La educación primaria la completó en el San Simón y la secundaria en la Escuela de Enseñanza Media Nº 2 “España”. Ingresó a Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata y no tardó, tras graduarse de licenciado en Física, ni unas horas en conseguir trabajo relacionado a sus estudios, pues al día siguiente de rendir la última materia de la carrera accedió a un cargo en el departamento de Aeronáutica de la facultad de Ingeniería, también de la UNLP.

De gran vocación docente y comprometido firmemente con la investigación, en esa unidad académica desarrolló una larga y sólida trayectoria. Fue profesor en Mecánica de los Fluidos I y II y en Aerodinámica General I y II; e integrante del equipo del Laboratorio de Capa Límite y Fluidodinámica Ambiental (LaCLyFA). Entre sus vastos antecedentes se destaca también su actuación como director de la parte argentina del Proyecto Bilateral de Investigación PROALAR, que compartieron nuestro país y Alemania entre 2011 y 2012; fue coeditor de los libros “Wind Tunnels and Experimental Fluid Dynamics Research” y “Applied Aerodynamics”; y miembro del comité científico del “II Congreso Latinoamericano de Ingeniería del Viento”. También fue coautor de “Introducción a la mecánica de los fluidos y la aerodinámica”.

Tal fue su afición por la ingeniería aeronáutica que tenía como principal hobby el aeromodelismo, que practicó durante muchos años junto a un grupo de amigos en el predio del Club Aeromodelista La Plata.

De todas las tareas que desempeñó la que más satisfacciones le brindó fue la docencia. Disfrutaba de un modo particular el hecho de enseñar y de transmitir sus conocimientos a las generaciones más jóvenes y captaba con facilidad las necesidades para la formación de cada uno de sus alumnos.

Quien lo conoció supo de sus destacadas virtudes. Hombre de bien; fue esposo, padre y amigo de sabios consejos; dueño de un muy buen carácter y de un excelente humor, sabía encontrar la risa del otro con un chiste.

Apegado a sus raíces germánicas, combinó, cada vez que pudo, los congresos y simposios con el placer de viajar y Alemania era uno de los países que más le gustaba visitar. También conoció la Argentina y, curioso de todas las culturas, lo conmovieron otras naciones del mundo.

Casado con Azucena Ruffolo, tuvo tres hijos: Jorge, María de la Mercedes y Alejandro. Fue abuelo de Valentino y Tamara.

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