Robaron electrodomésticos por 30.000 pesos en local de 5 y 77
| 21 de Noviembre de 2013 | 00:00

Se despertó a las 03.30 de la mañana, sobresaltado por la alarma que se había disparado en su local de venta de electrodomésticos, ubicado en la planta baja de su vivienda, en Villa Elvira.
Enseguida imaginó que delincuentes habían ingresado, o pugnaban por hacerlo, a su comercio “Bazar 5”, que atiende desde hace 35 años en 5 entre 77 y 77 bis.
Segundos después se asomó a la calle por el balcón de su casa y ratificó su peor sospecha. Fue cuando los ladrones le ordenaron tajantemente: “Metete adentro”. Seguramente lo creyeron un vecino y no el propio damnificado.
desvalijado
El propietario de ese comercio, que prefirió no revelar su identidad, se puso ayer a reparar por su cuenta la cortina metálica del frente del negocio que los delincuentes barretearon para poder entrar.
Pese al desánimo que le generó el episodio, aceptó contarle a EL DIA que “me llevaron tres televisores, dos de 32 pulgadas y el otro de 42 pulgadas. Y dos aparatos de aire acondicionado, uno de 3.000 frigorías y el restante de 2.300”.
Consultado sobre el monto de dinero que perdió con la sustracción de esa mercadería, respondió sin titubear que “representan 30.000 pesos”.
“Y, para colmo, no las tengo aseguradas. Así que salvo que la Policía los encuentre, los detenga y pueda secuestrársela, pierdo esa cantidad de dinero”, apuntó desconsolado.
EN SOLO TRES MINUTOS
Con respecto al lapso de tiempo que los delincuentes demoraron en colarse en el local y hacer de las suyas, el comerciante estimó que “habrán estado tres minutos, no más que eso”.
Luego mencionó que los maleantes “se movilizaban en al menos un auto gris, que fue lo que alcancé a observar. Ahí cargaron las mercaderías que me robaron”.
En otro tramo de su diálogo con EL DIA, el hombre hizo referencia a que “hace 35 años que tengo este comercio y ya he sufrido cuatro robos”, contabilizando el de ayer a la madrugada.
Lo que los ladrones seguramente buscaron, pero sin éxito, fue dinero en efectivo.
Es que “nunca lo dejo cuando cierro el negocio”, explicó el comerciante.
A pesar de la amargura que le provocó este nuevo robo en su local, el damnificado se consoló con el hecho de que los intrusos no advirtieron que era el dueño al verlo asomado en el balcón.
“De lo contrario, las consecuencias para mí hubieran resultado peores”, concluyó.
La policía llegó poco después de que los ladrones escaparon. Y abrió una causa por “robo”.
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