Muerte de la promotora: acusados niegan ataque

Declararon que estuvieron con la joven y que ella tomó “mucha cocaína”

LOS DOS ACUSADOS POR LA MUERTE DE DILMA PÉREZ GONZÁLEZ. POR AHORA, LA CAUSA SIGUE CARATULADA COMO “HOMICIDIO”

Los dos jóvenes de 20 y 21 años aprehendidos por el crimen de Dilma Pérez González, la promotora que murió estrangulada tras salir de un boliche de La Matanza, negaron haberla matado y apuntaron a que la víctima sufrió una sobredosis.

Se trata de Franco Distilo y Matías Testa, quienes ante el fiscal José Luis Maroto dieron su versión de lo que pasó el 31 de octubre. Dijeron que a las 6.15 salieron del boliche “La Majha”, de Gregorio de Laferrere, donde la víctima trabajaba de promotora y había ido a celebrar su vigésimo cumpleaños, y estaban con un tercer amigo junto a la Ford EcoSport de uno de ellos, cuando pasó Dilma. Que charlaron, la vieron “alcoholizada” y la invitaron “a consumir cocaína”.

Que ella accedió y fueron al departamento que un amigo tenía alquilado en San Justo, vacío, porque debía devolverlo. Contaron que el tercer amigo se fue, que Matías se retiró a una habitación y que Franco se quedó junto a Dilma conversando en un colchón tirado en la cocina. “Ni siquiera le di un beso”, le dijo Franco a Maroto, negando que hayan tenido relaciones. Aclararon que ellos no tomaron cocaína pero sí le dieron a Dilma.

Matías declaró que Franco lo despertó gritando “vení, vení, se está muriendo”, y que ambos trataron de socorrer a la víctima mientras sufría convulsiones y vomitaba. Reconocieron que la sacudieron, pero negaron haberla tomado del cuello. Agregaron que la llevaron al hospital Paroissien -donde ingresó fallecida- y que inventaron la historia de que la encontraron tirada frente “Puerta de Hierro” porque estaban asustados.

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