Piquetes vecinales para reclamar ayuda urgente

La bronca de los vecinos de distintos puntos de la Ciudad a raíz de las inundaciones se manifestó en la calle. Así, se registraron piquetes en Las Quintas, Los Hornos, barrio El Retiro, San Carlos, Villa Elvira y en el casco urbano.

En todos los casos las familias reclamaban ayuda en forma urgente, pero además pedían explicaciones acerca de qué pudo haber originado semejante desastre más allá de la gran cantidad de agua caída. No fueron pocos los que hablaron de “fallas” en el sistema de desagües pluviales, pues quedaron bajo el agua zonas que nunca antes habían sufrido una inundación de tal magnitud.

Los piquetes vecinales se realizaron durante casi todo el día en 44 y 149, 38 y 133, 66 y 145, 49 y 143, 117 y 90, 149 y 52, y en la esquina de 137 y 527.

También un grupo de vecinos cortó después del mediodía en el casco urbano la esquina de 18 y 48. Allí exigieron explicaciones sobre lo sucedido en el barrio que quedó bajo el agua.

En algunas de las protestas los manifestantes quemaron gomas, lo que generó humo negro que se metía en las viviendas destruidas por la inundación. Tal es el caso de 137 y 527 de Las Quintas; allí se formaron largas colas de vehículos durante la mañana, de gente que buscaba llegar a sus casas luego de haber quedado varada toda la madrugada.

“Nadie nos presta atención, estamos desesperados porque no tenemos dónde refugiarnos, nos sentimos realmente desprotegidos porque nadie se acercó a darnos una mano. Por eso hacemos esta protesta, queremos que nos escuchen”, dijo una vecina de la zona de 137 y 526 que participó de una de las protestas.

Indignación, bronca e impotencia, es lo que sienten los vecinos que salieron a la calle para hacer conocer sus reclamos a los organismos competentes.

En 49 y 143, una mujer llorando con dos chicos en brazos expresó: “necesitamos de todo, desde agua hasta colchones, pañales y comida. Nos quedamos en la calle, el agua se llevó todo en nuestro barrio”, sostuvo.

Al cierre de esta edición todavía seguían cortando la calle los habitantes de 117 y 90, donde aún no se había restablecido el servicio de luz como en tantos otros barrios del Gran La Plata.