Todo es lucha, en la ciudad y en el bosque

ESCENA DEL FILME “RÁPIDOS Y FURIOSOS”, UNA DE LAS GRANDES NOVEDADES DE CINE DE ESTA SEMANA

Por alejandro castañeda

RAPIDOS Y FURIOSOS, de Justin Lin.- Lo más llamativo de esta serie (al final se anticipa el séptimo capítulo) es que ha ido mejorando con el tiempo. Cada vez recauda más y arriesga más. Y el resultado está a la vista: es una de esas películas que sirven en bandeja lo que el espectador fue a saborear. En esta sexta entrega de “Rápidos y Furiosos”, el agente Hobbs (Dwayne Johnson) se vuelve a juntar con Toretto, O’Conner y su equipo para que lo ayuden a derribar una banda a cargo del delincuente Owen Shaw, un tipo feroz. Todo es acción, todo es persecución, pero por ese lado hay escenas impresionantes (la del puente, la del avión, la inicial en las calles de Moscú) que incluso aportan algo nuevo a un género tan transitado. El argumento no cuenta mucho: los de siempre salen a pelear contra un malvado de turno, implacable y furioso, como ellos. Pero una de las buenas perdió la memoria y se pasó al otro bando. Así que la empresa tiene un premio extra. La historia se alarga demasiado (la secuencia final con el avión), pero no decae, siempre va encontrando vueltitas argumentales, es llevadera, con mucho ritmo, espectacular, con escenarios cambiantes y toques de humor. Pero lo mejor está en esa mezcla de balazos, piñas, efectos especiales, derrapes, salvaciones imposibles y volantazos. (*** BUENA).

BOSQUE AMENAZADO

LA REINA DE LOS SECRETOS.- Hay que luchar, no queda otra. El bien y el mal no admite indecisos. Y el bosque es aquí la imagen de un mundo donde el enfrentamiento acaba siendo la una manera de perdurar. MK es una chica de 17 años que vuelve a la jungla a visitar a su padre, un científico que sólo vive para desentrañar los misterios del bosque. MK perdió su madre y se va a despedir de papi, pero bueno, el destino y la magia la obligará a ponerse en contacto con esos serer diminutos que habitan el follaje y que su padre busca sin suerte. Ella se pone a la altura de esos insectos chiquititos (una alegoría) para ver lo que su padre no puede ver. Y a partir de allí se despliega una historia entre malos y buenos que luchan para salvar o hundir un bosque que tiene pájaros y flores enredados en la pelea. La dirigió Chris Wedge (“La Era de hielo”, “Robots”). Es interesante y simpática, pero lo mejor está en el sostenido virtuosismo de una imagen que es sin duda lo máximo que hasta ahora alcanzó el 3D. Deslumbra la calidad del dibujo, el detallismo de los planos distantes, los movimientos de cámara. El resto es lucha entre malos y buenos, un par de personajes simpáticos, mensajes sobre el coraje y la vida sana, reencuentros, algún romance y un poco de humor. Chiquitos y grandes, todos deben saber que vivimos en un bosque peligroso que nos obliga a andar a los saltos y a tomar partido. (*** BUENA) .

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