Boca-River, la gran atracción del domingo
Edición Impresa | 5 de Mayo de 2013 | 00:00

El encuentro se jugará desde las 16:30 en la Bombonera, será arbitrado por Germán Delfino y lo transmitirá Canal 7.
Boca llega al Superclásico con apenas 9 puntos, muy lejos de los primeros puestos y con una racha adversa que incluye 10 fechas sin ganar, desde que superó agónicamente a Quilmes (3-2) en la jornada inicial. Después de esa victoria sobrevinieron seis empates y cuatro derrotas, que diseñaron la peor racha del club en torneos cortos.
LA CONTRACARA
River es la contracara, ya que está en la pelea directa por el título junto a Newell’s y Lanús, y lleva una racha de cinco partidos sin derrotas, con tres triunfos y dos empates, el último la semana pasada en el Monumental ante Quilmes (1-1).
El equipo dirigido por Carlos Bianchi, quien seguramente no imaginó esta campaña cuando concretó su regreso al club en diciembre pasado, superó el miércoles último a Corinthians por 1-0 en La Boca, en el partido de ida de los octavos de final de la Libertadores, y volverá a jugar ante los brasileños el 15 de mayo.
Ese compromiso es el gran objetivo de Boca, que prioriza la Copa en parte por su historia y también por la mala campaña a nivel doméstico, más allá de su participación en la Copa Argentina, con un triunfo holgado sobre Excursionistas (4-0) que no alcanzó para “maquillar” su flojo inicio de año.
VARIOS CON PROBLEMAS
En ese contexto, el Virrey cuidará a algunos futbolistas que padecen problemas físicos y exigirá a otros, consciente de que un buen resultado ante el clásico rival calmará la ansiedad de los hinchas, que oscilan entre la incredulidad y la sorpresa por una campaña muy por debajo de las expectativas.
Boca incluirá al arquero Agustín Orión, la figura del equipo en el primer segmento del año, a Guillermo Burdisso en la defensa, Pablo Ledesma y Walter Erviti en el mediocampo, y arriba al tándem integrado por Lautaro Acosta y Santiago Silva, todos con experiencias anteriores en el encuentro más importante del fútbol argentino.
En tanto, jugarán su primer superclásico los laterales Leandro Marín y Nahuel Zárate, el cordobés Federico Bravo, entre otros.
En River, Ramón Díaz sabe que un triunfo potenciará el ánimo del plantel en la recta final del torneo y también será importante para los hinchas, ya que de no conseguir el título al menos se habrán dado el gusto de ganarle a Boca y moderar las cargadas que sufrieron durante el año que estuvieron en la B Nacional.
LA VUELTA DEL REFERENTE
El regreso del mediocampista Leonardo Ponzio, por lejos el mejor jugador millonario, en lugar de Ariel Rojas, será la única variante que hará el riojano, quien decidió ratificar a la dupla ofensiva compuesta por Juan Manuel Iturbe y Rogelio Funes Mori, quien se perdió un gol increíble ante Quilmes la semana pasada.
River apostará a la velocidad de sus dos delanteros y del enlace Manuel Lanzini, más la pegada de Ponzio y las proyecciones del uruguayo Carlos Sánchez por derecha y Leonel Vangioni por la izquierda, para lastimar a un Boca increíblemente débil en defensa, como no sucedió en ninguno de los ciclos anteriores de Bianchi.
El equipo de Núñez tendrá como bastión defensivo al colombiano Eder Alvarez Balanta, la gran aparición del club en lo que va del año.
Será un partido interesante y con un resultado que, como suele suceder, deja huellas para el futuro inmediato, tanto para el que lo gana como para el que le toca perderlo.
Respecto del historial, favorece a Boca por siete partidos de ventaja, con 69 triunfos contra 62, más 58 empates al cabo de 189 enfrentamientos.
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