Pedido de prisión preventiva por el salvaje ataque a Mía

La fiscal imputó a la madre de la pequeña y al padrastro. El planteo deberá ser resuelto por el juez Juan Pablo Masi

MIA, LA NENITA DE TRES AÑOS QUE MURIÓ A CAUSA DE UNA BRUTAL SERIE DE MALTRATOS. LA JUSTICIA LE PIDIÓ AYER LA PREVENTIVA A SU MADRE Y AL PADRASTRO

La muerte de Mía Aguirre (3), la chiquita de Berisso que vivió una horrorosa historia de maltratos y vejaciones en la ciudad de Berisso, impulsó el pedido de prisión preventiva para su madre, Cecilia Cabrera, y el padrastro, Sergio Argañaraz, quienes siguen detenidos bajo sospecha de ser los autores de esos castigos.

Según confirmaron fuentes de tribunales a este diario, la fiscal que investiga el caso, Virginia Bravo, agravó ayer la situación de ambos imputados al requerirle la prisión preventiva.

El planteo deberá ser resuelto ahora por el juez de garantías Juan Pablo Masi, quien al cierre de esta edición ya analizada los extremos y fundamentos esbozados en dicha presentación.

Los mismos voceros mencionaron que, coincidentemente con el pedido de preventiva, se habría incorporado al expediente el resultado final del estudio forense, que permitió conocer en detalle el grado y tipo de lesiones que presentaba Mía.

Esa documentación, agregaron, también sirvió de basamento al petitorio fiscal.

En tanto, se supo que en las últimas horas, tanto la madre como el padrastro de la menor fallecida, fueron indagados en la sede de la fiscalía Nº 7 de La Plata.

En esa oportunidad, la mujer se amparó en el derecho constitucional de mantenerse en silencio, sin que ello signifique presunción alguna en su contra.

Por su parte, el padrastro de Mía sí habló y fue para rechazar todos los cargos que se le endilgan.

El caso de Mía salió a la luz el 20 de agosto pasado, cuando la madre, Cecilia (21), la llevó al hospital Mario Larrain argumentando que se había golpeado con una mesita de luz.

Cuando los médicos revisaron a la menor observaron que tenía hematomas en la cabeza, el abdomen y los cuatro miembros, además de fracturas de cúbito y radio izquierdo y fractura costal derecha.

Mientras evaluaban esas lesiones, Mía sufrió un paro cardiorrespiratorio, lo que motivó su derivación al hospital de Niños de La Plata.

Ahí murió a las 10.30 de la mañana.

Cabrera y su pareja, Argañaraz, fueron detenidos ese mismo día, ya que con ellos (y el hijo que tenían en común), convivía Mía en una casilla del barrio Los Talas, en Berisso.

MARCHA EN BERISSO

Como se sabe, en las últimas horas familiares y vecinos de la chiquita marcharon en Berisso en reclamo de Justicia.

Encolumnados detrás de una gran bandera y, con distintas pancartas, partieron desde el playón Municipal “Carlos Cajade”, en Avenida Montevideo y calle 11, para pedir que se investigue “hasta el último responsable”.

Roxana Alegre, su abuela, dijo a la prensa que “cada día que pasa es más pesado”, pero “vamos a seguir para que paguen todo lo que le hicieron”. Y agregó: “A mi hija no la pienso volver a ver, no la voy a perdonar y ojalá que nunca tenga perdón”.

Los familiares fueron asistidos desde el primer momento por Luis Basualdo, del Centro de Protección de los Derechos de las Víctimas.

El abuelo de Mía, Carlos Tirado, comentó por último que “estamos como se puede porque nos quitaron parte de la vida”, pero insistió en que “vamos a reclamar que se haga Justicia por Mía y por todos los chicos que quedan, porque acá hay gente que no trabaja como corresponde, porque a mí me la entregaron muerta tras agonizar un mes y 4 días en el hospital”.

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