“Deben usarse en situaciones puntuales”

Por ANDREA ABADI
Psiquiatra Infanto Juvenil Médica del Departamento Infanto Juvenil de INECO

La infancia y adolescencia son etapas de la vida donde se presentan patologías psiquiátricas, como en las otras etapas de la vida. La evidencia científica demuestra que en situaciones puntuales los psicofármacos deben formar parte del abordaje interdisciplinario.

La medicación nunca debe ser el único tratamiento que reciba un niño o adolescente, pero es fundamental entender que cuando hay una prescripción de un psicofármaco, en un niño o adolescente, hay un diagnóstico médico que avala su indicación, y no debe minimizarse considerándose una “medicalización de la normalidad”.

Las conductas normales de la vida no hacen que un niño piense en matarse, responda con un golpe al maestro o a los padres ante un reto, o por la dispersión no logre rendir adecuadamente en clase y pierda posibilidades de estudio, cuando su potencial cognitivo no está comprometido y esto es lo que sucede en situaciones donde la patología neuro psiquiátrica domina la conducta.

Los psicofármacos forman parte de las estrategias médicas para el tratamiento de las patologías psiquiátricas, no usar fármacos en aquellas situaciones que la evidencia científica lo indica, es negarle a un niño la posibilidad de enfrentar el crecimiento con todas las herramientas necesarias para ingresar en la vida adulta.