No descartan ninguna hipótesis en el crimen de la vecina de Berisso

Los investigadores se limitan por estas horas a decir que “la posibilidad de un robo perdió fuerzas”, y focalizan las sospechas en el círculo íntimo de la mujer de 48 años, que fue degollada anteanoche en su vivienda de 167 entre 26 y 27

Foto: Facebook

Los investigadores del crimen de la vecina de Berisso, ocurrido anteanoche en una vivienda de 167 entre 26 y 27, se limitan por estas horas a decir que “la posibilidad de un robo perdió fuerzas”, y focalizan las sospechas en el círculo íntimo, presumiendo que el móvil pudo ser pasional.

Los pesquisas no vieron en la casa rastros de lucha, como tampoco signos de defensa en la víctima, identificada como Claudia Ortiz, de 48 años, quien vivía sola en la vivienda donde se perpetro el asesinato, la noche del martes, minutos antes de las diez.

La mujer recibió dos cortes profundos en la garganta con el mismo cuchillo con el que estaba cocinando y que quedó tirado a unos 10 metros de la puerta, sobre los pastos que dan a la calle de barro. Si había huellas, la fuerte lluvía que caía en esos momentos las borró.

La sospecha más firme es que Ortiz dejó entrar a la persona que terminó atacándola, ya que ninguna abertura estaba forzada. Cabe la posibilidad, de todos modos, que la puerta haya quedado sin llave o que la sorprendieran cuando entró o salió de la casa.

Después de recibir las dos puñaladas, la mujer salió a la calle, cruzó gritando y la contuvo la vecina de enfrente, mientras alguien más iba a buscar al sobrino de la víctima, que vive a pocos metros.

El la condujo en su coche particular al hospital Larrain. Los médicos la operaron enseguida, pero no pudieron salvarla de las consecuencias de la hemorragia. Murió 12 horas después, ayer a eso de las 10 de la mañana

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