Gimnasia: con gusto a poco
Edición Impresa | 16 de Noviembre de 2014 | 00:00
COMENTARIO
Por WALTER EPISCOPO
A los 9 minutos del segundo tiempo llegó el golazo de Oreja, tras anticipar en tres cuartos de cancha, meterse en diagonal y pegarle al arco como un verdadero especialista, y a los 10 el baldazo de agua fría que significó la respuesta del Taladro en plena fiesta albiazul, porque la anotación del lateral derecho había generado un clima muy particular, tanto en las tribunas como en la propia formación Tripera.
Y lo que parecía una puerta a la victoria del Lobo, que llegó a este encuentro por la fecha 16 del campeonato luego de sorprender a Independiente en Avellaneda, el partido que ganó con un tanto de Lucas Licht, desembocó en un verdadero mar de dudas, en el cual Banfield a punto estuvo de quedarse con todo.
El de ayer contra Banfield fue el sexto empate de los albiazules en un campeonato donde ahora llegaron a los 18 puntos
Un par de reacciones de Monetti, y el travesaño, que con el final a la vista le dijo no a un bombazo de Gonzalo Bettini, salvaron un empate que en definitiva se ajustó a los merecimientos. Sí, porque en la balanza de lo que pudo ser, y no fue, Gimnasia sacó alguna ventaja en el tramo inicial; mientras que su rival hizo lo propio en el cierre.
Más allá de esas anécdotas que resultaron los goles, Gimnasia-Banfield desarrollaron un encuentro de vuelo bajo, a lo largo del cual el Lobo mostró que le cuesta muchísimo convertirse en protagonista, y que el Taladro es otro equipo que no consigue mostrar dentro del campo una idea futbolística pensada a partir de la dinámica, el toque rápido y la aceleración.
El segundo tiempo se animó con el zurdazo de Oreja, ese que clavó la pelota en un ángulo, pero la alegría duró lo que un suspiro, porque se durmió el fondo, Erviti buscó por el medio, levantó para la cabeza de Salcedo, y este le sirvió el empate a Bertolo.
Del festejo por la ventaja conseguida a través de uno de los preferidos de la hinchada, se viajó sin escalas al lamento por un empate que llegó por virtudes de los atacantes, pero más por culpas de la estructura defensiva, y otra fecha que se metió en la historia dejando un sabor a poco.
El próximo fin de semana los Triperos visitarán a Lanús
No aparecieron los jugadores de buen pie, esos a los que les corresponde la organización, y el arco de Servio quedó cada vez más lejos. Con campo y pelota, el Lobo no pudo armarse, y como también perdió el orden atrás, aprovechando los espacios Banfield quedó en condiciones de arruinar la tarde que seguro va a ser reservada por muchos como la del gol de Oreja.
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