Plaza 19 de Noviembre: el pulmón tradicional del barrio San Cayetano

Con su cancha de bochas, sus sillones de concreto y su proximidad con la iglesia y el colegio San Cayetano, la Plaza 19 de noviembre fue sumando a lo largo de los años elementos que la hicieron singular y un punto medular del barrio San Cayetano.

Ubicada en la intersección de la avenida 44 y la calle 25, la plaza está hoy densamente arbolada. Y mucho de su identidad se vincula a una particularidad que nación con ella: su espacio central está ocupado por un jacarandá, en el lugar que habitualmente ocupan los monumentos.

La plaza estaba esbozada en el plano primitivo al fundacional (1882), donde se insinúa la continuación de la traza urbana en el diseño de la plaza.

No obstante, recién después del cincuentenario de la fundación la población se extendió sobre ese sector de la ciudad, dándole vida al barrio de San Cayetano.

El 17 de marzo de 1911 se le adjudicó el nombre que hoy lleva y que evoca la fecha de fundación de la ciudad.

Su diseño centrípeto se realiza sobre doble simetría, axial, ortogonal y diagonal.

Lo que nació como una plaza austera, donde el paso de los vecinos fue marcando la continuación de las diagonales, fue embellecida mucho más adelante, en el año 1968, con la incorporación de juegos infantiles y bancos.

En la cartografía de 1974 el diseño continua la direccionalidad de las avenidas 25 y 44 mediante doble circulación con cantero central y también un cantero central define una rotonda.

La continuidad de las diagonales se materializa en el ámbito de la plaza propiamente dicha, a través de senderos que derivan del uso cotidiano.

En noviembre de 1971, la plaza sería enriquecida con un nuevo elemento: durante los festejos del aniversario de la ciudad se incorporó un mástil en el sector sudoeste del paseo.

La cancha de bochas con que hoy cuenta la plaza 19 de Noviembre convoca a diario a muchos vecinos que juegan a ese deporte o bien a curiosos a los que les gusta verlo jugar.

Ese ámbito y los bancos que se encuentran en las cercanías son punto de encuentro de los vecinos más antiguos del lugar, esos capaces de recordar viejas historias del barrio San Cayetano, con sus personajes, sus tradiciones y sus mejores anécdotas, muchas de las cuales tuvieron a esa plaza como escenario.