Hay remedios que pueden arruinar la vida sexual

Seis medicamentos de uso frecuente tienen entre sus efectos adversos una eventual inhibición del deseo

Los médicos no siempre lo mencionan y quienes los toman rara vez leen los prospectos para fijarse qué efectos adversos pueden causar, pero lo cierto es que al menos media docena de medicamentos de uso frecuente podrían comprometer la vida sexual.

Aunque reconoce que la causa medicamentosa no se ubica entre las principales razones que impulsan las consultas por este cuadro, la sexóloga Mery Benzecry reconoce que existen diversos medicamentos capaces de inhibir el deseo sexual tanto en el hombre como en la mujer; y que ante la duda, es fundamental consultar a un profesional.

“La gran mayoría de los casos de disminución del deseo sexual obedecen a causas psicológicas y hormonales, pero los medicamentos que uno toma también pueden incidir”, reconoce la sexóloga, quien menciona entre ellos a los antidepresivos y las benzodiacepinas, comúnmente prescriptas para tratar la ansiedad.

“Si bien los antidepresivos tienen entre sus posibles efectos adversos una disminución del deseo, algunas personas con cuadros serios de depresión logran tener una vida sexual más plena gracias a ellos; y algo similar sucede con los ansiolíticos: algunos médicos consideran que en ciertos casos ayudan a mejorar la vida sexual reduciendo los niveles de ansiedad ”, explica Benzecry.

Otros dos medicamentos asociados a la disfunción sexual son las estatinas y los fibratos indicados para tratar casos de hipercolesterolemia. Una revisión de estudios sobre sus efectos publicada en el 2002 llegó a la conclusión de que ambos pueden causar disfunción eréctil. Y otra investigación impulsada por el gobierno de Estados Unidos en 2009 mostró que tanto hombres como mujeres que los tomaban reconocían que su actividad sexual había disminuido a la par de sus niveles de colesterol.

Aunque no está claro su mecanismo de acción, algunos investigadores creen que es probable que estos medicamentos interfieran con la producción de la testosterona, los estrógenos y otras hormonas sexuales al limitar la disponibilidad del colesterol, un componente esencial para ciertas hormonas.

La lista de medicamentos que constituyen una potencial amenaza a nuestra vida sexual incluye también varios de los utilizados para tratar la hipertensión arterial. Las investigaciones hechas al respecto muestran que los antihipertensivos diuréticos, betabloqueantes y alfabloqueantes serían en este sentido los que producen un mayor efecto adverso.

Aunque la hipertensión arterial puede por sí sola causar disfunción sexual, esos tres medicamentos habitualmente prescriptos para tratarla generarían en ciertos casos una disminución del flujo sanguíneo que altera tanto la erección masculina como una merma en la capacidad de las mujeres para alcanzar el orgasmo por causa de sequedad vaginal.

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