Fue a un recital en Berisso y volvió con un brazo quebrado

Ocurrió el sábado. Primero la quisieron sacar del local y después la habrían golpeado. “No sé por qué lo hicieron”

LA MUJER YA FUE OPERADA Y NECESITARÁ DE UNA SEGUNDA CIRUGÍA

La violencia nocturna volvió a reaparecer con su rostro más salvaje, en un episodio ocurrido el fin de semana pasado y que terminó con una mujer con el antebrazo enyesado, debido a una fractura.

Se trató de un ataque de supuestos “patovicas” de un boliche bailable de Berisso. Allí había decidido salir la víctima, acompañada de su marido. “Hacía mucho que no salíamos y fuimos a ver un recital”, contó Lorena.

El primer tramo de la noche había transcurrido sin sobresaltos. Pero todo viró hacia la violencia, aunque al principio de manera sutil. Según denunció la mujer, dos personas que serían empleadas del local enfilaron hacia donde estaba ella y le pidieron que se retirara.

Sin entender demasiado, ella les preguntó por qué motivo se lo decían y se quedó en su lugar.

Eso derivó en que “a los pocos minutos aparecieron cuatro personas, dos hombres y dos mujeres, con chalecos fluorescentes”, según los describió Lorena. Acto seguido, de acuerdo al relato que hizo ante este medio, empezaron los empujones y golpes.

dos operaciones en 10 dias

En la mitad del incidente, la mujer sufrió la fractura de un hueso de su muñeca izquierda. Lo que había empezado como una noche de distensión y música terminó en la guardia de un hospital.

Allí debieron intervenirla quirúrgicamente, pero al parecer eso no bastó para estabilizarla, porque se espera que para la próxima semana la vuelvan a operar.

“Lo más triste es que esto me pasó después de haber estado muchos años sin salir. Fue tremendo”, subrayó Lorena en su casa y con un yeso pesado que le cubría medio brazo.

En una comisaría de esa ciudad se recibió una denuncia por este incidente. De inmediato comenzaron a activarse los mecanismos de investigación que se prevén para este tipo de episodios.

Un elemento que al parecer ayudaría a la identificación de los presuntos agresores son las cámaras de seguridad emplazadas en la zona.

Sin embargo, no hay ningún oficial que tenga alguna pista concreta que ayude a explicar el por qué de los golpes.

Un indicio que llamó la atención fue que al marido de la víctima aparentemente no le habrían pegado.

“Tal vez todo sea una confusión, pero tampoco estamos seguros. Se hará una investigación al respecto”, reconoció un detective.

Incógnitas
El caso de la mujer presuntamente agredida en un boliche de Berisso plantea múltiples incógnitas, que llevaron a que los investigadores comenzaran a indagar en el historial del local y en otros episodios de violencia con clientes y custodios

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