Se llevaron más de 100 kilos de carne y escribieron un mensaje

“Feliz Papá Noel”, leyeron sobre el mostrador los dueños de la carnicería que fue desvalijada a la madrugada

LOS LADRONES ENTRARON EN LA CARNICERÍA DE 44 Y 137 ABRIENDO UN BOQUETE EN UN TALLER LINDERO

Un boquete, un saqueo y un mensaje de Navidad. El robo a un negocio del barrio San Carlos combinó elementos de inteligencia previa, audacia sin testigos delatores y hasta un tono burlón propio de quien se sabe impune. Poco más de la 1 de la madrugada de ayer, un grupo de, se supone, cuatro delincuentes llegó hasta la esquina de 44 y 137. Su objetivo era una carnicería, pero la banda estaba segura de que no era por el frente que debían ingresar.

En cambio, eligieron un taller de chapa y pintura que da a la 137. No se trató de una maniobra simple, porque en ese local lindero tuvieron que sortear unas rejas de varios metros de altura.

Seguros de que nadie los había detectado, los ladrones empezaron a romper una pared del taller. “Alguien sabía todo y agujerearon justo ahí”, especuló Marcos (27), el encargado.

un negocio desvalijado

El resultado pareció darle la razón, porque los ladrones accedieron por un boquete a la parte trasera de la carnicería. Fue un hueco de un metro de diámetro que les permitió ganar el interior del comercio para revisarlo a sus anchas.

Si dejaron algo, fue porque tal vez ya tenían repleto el auto en el que huyeron. Los ladrones se apoderaron de alrededor de 100 kilos de carne, y también de un televisor, cuchillas, la plata de la caja, dos balanzas y otras herramientas.

De sólo hacer el cálculo, a los damnificados les duele la cabeza. Las pérdidas que debieron afrontar, sin incluir los arreglos por el boquete, están por encima de los diez mil pesos.

De yapa, las víctimas perdieron un par de horas en ordenar el “lío generalizado” que dejaron los delincuentes tras su paso.

Marcos calculó que en todo el robo los ladrones se demoraron “entre 20 minutos y media hora”. El moño simbólico que dejó el grupo fue una pintada en el mostrador, alegórica de esta fecha: “Feliz papanoel (sic)”.

tres adultos y un menor

Las primeras averiguaciones que pudieron hacer los policías de la jurisdicción daban cuenta de que la banda protagonista de este golpe serían tres adultos y un menor.

Pero no hay demasiadas pistas adicionales respecto de qué barrio serían los ladrones y cuál era el auto en el que escaparon. A esta altura, todos los investigadores dan por descontado que la información previa con la que contaron fue puntual, para que no tuvieran que romper ni un solo pedazo de pared de más.

“Antes había una cámara en esta esquina pero hace dos meses la sacaron, no se entiende por qué. Podría ayudar en casos como estos o también para los accidentes que se ven seguido acá”, destacó Marcos, en diálogo con este medio.

En lo que fue el primer robo en dos años de trabajo en ese local, el encargado habló también de otros asaltos en negocios cercanos, aunque ninguno de este tenor.

Con el regusto amargo de los miles de pesos en pérdidas, a las víctimas no les quedó otra que ponerse el delantal y ayer mismo volver a atender: “Nos endeudaremos un poco, pero si no, ¿qué vamos a hacer?”, cerró Marcos.

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