Zona roja: prostitución y drogas en un barrio que se siente vulnerable

Tras los recientes operativos que pusieron al descubierto vínculos entre oferta de sexo y drogas, las modalidades delictivas en la zona se modifican

EN LA ZONA ABUNDAN LOS DISTURBIOS A TODA HORA Y SE HABLA DE UN CRECIMIENTO DE LOS DELITOS COMUNES DE LA MANO DE LA VENTA DE DROGAS ASOCIADA A LA PROSTITUCIÓN

El 29 de enero, 36 personas, entre ellas 29 travestis, fueron detenidas en el marco de un operativo realizado en la zona roja platense. El hecho fue el punto culminante de una investigación iniciada tiempo atrás a partir de reiteradas denuncias. La principal hipótesis que manejan los investigadores apunta a una banda que, tras la pantalla de la oferta de servicios sexuales, se dedica al narcotráfico. El operativo se enmarca en una ofensiva que reúne a distintos organismos para terminar con el delito -concretamente, la venta de drogas- en esa zona. El efecto de los operativos no tardó en hacerse notar: la venta de drogas en el barrio cambia de modalidad, se hace más ágil y menos visible, se muda de esquina en esquina y ya no se hace de manera tan evidente. Pero el problema sigue estando, aseguran los vecinos y la tranquilidad está lejos de volver a la zona.

“Creemos que la oferta de drogas se redujo en la llamada ´zona roja´ tras los operativos, pero todavía se detectan algunas personas que, tras una pantalla de oferta de sexo, ofrecen en realidad estupefacientes, aunque ahora de una manera menos visible, cambiando muchas veces de esquina”, dice Guillermo Escudero, Secretario de Seguridad de la Municipalidad.

La afirmación surge tras una semana agitada en la que distintos organismos junto a vecinos de la zona analizaron la realidad que se vive en el lugar para tratar de encontrarle una solución. Los vecinos piden una reubicación de la actividad sexual en la Ciudad. Las autoridades municipales no descartan esa posibilidad. Pero sólo se debatiría una vez que esté resuelto el problema de la venta de drogas en la zona (el sector comprendido entre 66 y 62 y 1 y 5) “al que no se le tendrá ningún tipo de tolerancia”, dice Escudero. Para eso, agregaron que en el curso de los próximos días se intensificarán los operativos.

Las autoridades describen un panorama complejo, en el que se mezcla la oferta sexual tradicional, sin vínculo con la actividad delictiva, por parte de travestis y alternadoras, con otra, ejercida por lo que presumen que es una banda organizada para enmascarar, tras la supuesta oferta de servicios sexuales, el narcotráfico.

De testimonios vinculados a la investigación y del de vecinos del lugar -que se organizaron espontáneamente ante la profundización del problema y prefieren mantener sus nombres en reserva- surge que hace alrededor de tres años, la zona que tradicionalmente se conoció como zona roja comenzó a expandirse mientras su problemática se hacía más compleja. A las mujeres y travestis que tradicionalmente habían trabajado en el lugar habría comenzado a desplazarlos un grupo de travestis que usan la pantalla de la oferta sexual para vender drogas.

Se habla de concentraciones de entre 15 y 20 travestis a cargo de transacciones, que para no ser sorprendidas con la prueba del delito dejaban la droga en casetas de gas, de luz o debajo de baldosas; de frecuentes peleas; de amenazas a vecinos; de la presunta complicidad con la organización de algunos remiseros y taxistas encargados de llevar a los clientes hasta el lugar; de la presencia permanente de menores (algunos conocidos como “buscadores” que en horas de la madrugada tratan de localizar los lugares donde los travestis esconden la droga para vender y llevársela) y de un incremento de los delitos comunes, como los robos, desde que se instaló esta modalidad.

“Dormir por las noches es imposible, se vive con miedo y una salida nocturna se transforma en un peligro”, dijo uno de los vecinos consultados.

A los problemas delictivos se unen los contravencionales: “además de la venta de drogas se ven todo el tiempo actos sexuales en plena calle, hay preservativos tirados por todos lados y hasta mujeres y travestis defecan en la vía pública” dicen. “Desde que se empezó a trabajar con las autoridades se tomaron algunas medidas preventivas que fueron eficaces. Pero nuestra propuesta es la zonificación. Creemos que permite a las mujeres y a las transexuales ejercer la prostitución de manera segura y salubre, sin que sus derechos colisionen con los de los vecinos que desean vivir tranquilos y en condiciones de salubridad. Pensamos que la relocalización y zonificación de un área específica en donde se pueda ejercer la prostitución no debe ser un instrumento para invisibilizar esta problemática tan compleja, sino un ítem más que ayude a abordar el tema de manera integral, acompañadas por políticas públicas que mejoren las condiciones de vida de quienes ejercen la prostitución en todos los aspectos: educación, mejora de las condiciones sanitarias y seguridad en los lugares de trabajo”.

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