Un "ultimo primer día" para elogiar

Los alumnos del colegio San Antonio le encontraron la vuelta a un festejo que en muy poco tiempo se hizo costumbre entre los chicos que egresan de las escuelas platenses y que en el corto plazo desde que se instaló ya registró un antecedente inmediato muy lamentable, como la muerte de un perro.

La promoción que este año saldrá de este establecimiento ubicado en Diagonal 80, entre 38 y 118 le buscaron una variante solidaria al famoso "último primer día" (UPD). En lugar de gastar dinero en pirotecnia, cotillón, una banda de música y pasar la noche anterior al inicio de clases en un boliche, como la mayoría decide festejarlo, lo juntado lo pusieron a diposición del Hospital de Niños.

"Para nosotros es una gran satisfacción. Se concientizaron que cinco minutos de festejo con banda, cotillón y pirotecnia era algo efímero. Y esta obra de bien es algo que los va a dejar marcados para toda la vida", reflexionó Mariano Sagaspe, director del colegio.

La propuesta salió de la propia Dirección y rápidamente encontró buena recepción entre los chicos. "Nos prendimos porque nos gustó la idea", aseguró María Belén, una de las alumnas que participó en la movida de recolectar el dinero. "A todos nos gustó la idea porque los chicos que están en el hospital capaz no tienen los mismos recursos", acotó una compañera.

"Los chicos son solidarios por naturaleza, hay que acompañarlos y motivarlos. Estos chicos han demostrado tener una generosidad acorde a la formación que van recibiendo", completó Sagaspe.

Los últimos años en la Ciudad fue cobrando fuerza festejar por parte de los chicos que egresan de la secundaria el último primer día, que no es otra cosa que el primer día de clases del último año en el que culminarán sus estudios secundarios.

Los festejos suelen comenzar la noche anterior en algún bar y continuar en la puerta de cada establecimiento escolar, con batucadas, mucho cotillón y pirotecnia. Este año, en oportunidad de la celebración de los alumnos del Colegio Sagrado Corazón, un perro murió a raíz de las graves heridas que sufrió al estallarle en la boca un petardo que, al parecer, mordió accidentalmente