“Voy a poder criar a mis hijos, pero no podré verlos nunca más”

Alivio. Esa fue la sensación que recorrió el cuerpo de Susana Gómez al escuchar la condena a ocho años de prisión para su ex marido, Carlos Goncharuk.

La mujer, conmovida hasta las lágrimas, “no buscó venganza, ni linchamiento para el acusado. Sólo justicia”, explicó Darío Witt, presidente de la ONG Casa María Pueblo, donde la víctima buscó refugió tras esa pesadilla que duró 9 interminables años y que ha dejado secuelas para siempre.

En ese sentido, fue la propia Gómez quien reconoció que “hoy no estaría acá sin el sostén y el acompañamiento que recibí de la Casa María Pueblo, por eso pido que el Estado apoye a este tipo de asociaciones para proteger a las mujeres que son blanco de violencia de género”.

Seguidamente, la mujer volvió a sensibilizarse cuando declaró “a mí la vista no me la devuelve nadie. Por eso, si bien voy a poder criar a mis hijos, no podré verlos nunca más”.

DEJA UN PRECEDENTE

Sobre el fallo, Witt reconoció su valor, porque “deja un precedente para otros casos análogos y para que los tribunales se animen a condenar este tipo de agresiones contra las mujeres”.

“Vivimos en medio de una cultura machista”, afirmó el titular de la ONG Casa María Pueblo en diálogo con EL DIA.

“Por eso muchas mujeres no llegan a juicio como lo hizo Susana, que si bien tiene una lesión irreparable, está con vida”, destacó.

“Carmen Palacios Arias dictó una sentencia ejemplar al desnudar las falencias de la Justicia cuando, en muchísimas oportunidades, podría llegar a decir en la gran mayoría de los casos, ha desoído las denuncias por violencia de género. Acá tenemos una condena a 8 años de prisión por el delito de lesiones. Generalmente, las penas impuestas son mucho más chicas”, añadió Witt.

Por último, reconoció que “la jueza fundamentó muy bien su decisorio que, al margen de contar con una pena importante, elevó el piso de lo que implica ahora a una mujer denunciar este tipo de situaciones de extrema violencia. Esto motivará a denunciar, a buscar justicia, más allá de las medidas restrictivas, que no son del todo eficaces”.