Sigue la escalada de violencia en Ucrania

SLAVIANSK.- Nuevos combates mortíferos estallaron ayer en el este de Ucrania, en una escalada de la violencia que aumenta el riesgo de que se desate una guerra civil y ante temores de Rusia de que la paz en Europa se vea amenazada.

Un intenso tiroteo tuvo lugar en las afueras del bastión separatista prorruso de Slaviansk, en el este de Ucrania. Estos combates dejaron cuatro muertos y unos 30 heridos entre las filas de las fuerzas del orden ucranianas, anunció el ministerio del Interior. Los rebeldes utilizan a la población como “escudo” e incendiaron viviendas causando víctimas, agregó el ministerio en un comunicado.

Según la administración regional de Donetsk, un civil murió y 15 resultaron heridos por disparos durante la operación en Slaviansk. Un helicóptero Mi-24 del ejército ucraniano fue derribado con un arma pesada, cerca de Slaviansk. Se trata del cuarto aparato que el ejército ucraniano pierde desde el viernes.

TEMORES DE MOSCÚ

En este marco, Rusia advirtió sobre el riesgo de que se produzca una “catástrofe humanitaria” en las ciudades asediadas por el ejército ucraniano en el este del país, es decir Slaviansk y la ciudad vecina de Kramatorsk. “Ya constatamos una falta de medicamentos y está comenzando a producirse una interrupción en el suministro de alimentos”, afirmó la cancillería rusa en un comunicado.

Poco antes, Moscú denunció en un “Libro Blanco” violaciones “masivas” de los derechos humanos en Ucrania por parte de “las fuerzas ultranacionalistas, extremistas y neonazis”.

La crisis de Ucrania amenaza la estabilidad y la paz en Europa si la comunidad internacional no responde de manera adecuada a esas violaciones “masivas” de derechos humanos, afirmó Rusia. “Las consecuencias para la paz, la estabilidad y el desarrollo democrático de Europa podrían ser tan destructivas, que hay que poner fin por completo” a las violaciones, indicó el ministerio. La lista “permite asegurar que estas violaciones tienen un carácter masivo”, destacó el ministerio en la introducción de este informe de 80 páginas.

El presidente interino de Ucrania, Olexander Turchinov, había denunciado antes, en la televisión, que Ucrania sufría una agresión. “Esto es una guerra contra nosotros y debemos estar listos para detener esta agresión”, dijo refiriéndose a los incidentes de Odesa del viernes pasado, en los que murieron 42 personas.

Para el presidente Turchinov, “el objetivo (de los prorrusos) es derrocar el gobierno en Kiev” y anunció la instalación de puestos de control en la capital y en otras ciudades del país, “donde pueden haber saboteadores, provocadores”. “Esperamos provocaciones el 9 de mayo”, día festivo que conmemora en Ucrania y en Rusia la victoria contra la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, añadió.

Frente a esta nueva degradación de la situación, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ofreció su mediación en la crisis.