Tres artistas, de muestra

Esta tarde a las 19, quedará inaugurada la muestra “A la una, a las dos y a las tres”, en el Teatro de Cámara de City Bell, de diagonal Urquiza entre Rivadavia y Alvear.

En esta oportunidad exponen Verónica Matos, Verónica Müller y Silvina Cavallaro. En el parque, mostrará sus obras Helena Daneri.

Cabe mencionar que la muestra cuenta con la curaduría de María Elena Sagarra y se puede visitar, con entrada libre, los días de función del teatro.

La especialista en arte Aixa Cortés, escribe sobre esta exposición: “Una línea, un tiempo. Muchos tiempos -no lineales- superpuestos, entrecruzados, con avances y retrocesos; tiempos dormidos y tiempos despiertos.

Objetos de un pasado que cuentan historias: Fotos, valijas, cartas… palabras que permanecen y evocan el recuerdo de aquéllos a quienes pertenecieron. Müller captura ese pasado familiar conservando sus huellas, tornando perennes vivencias privadas que, resignificadas, abrazan a quienes pudieran sentirse conmovidos con ellas. Las distancias se acortan, los fragmentos se unen, desembocando en un collage de experiencias. Reflejos de una época cuyos testimonios, intervenidos bajo una nueva mirada, dejan su impronta en el devenir cotidiano, en su hoy”

“Hoy, siempre hoy. Rosa, mutante, caótica. Rosa de anhelo, rosa de amor. En Cavallaro, la gestualidad fluctúa entre estados de ánimo que, una vez plasmados, desembocan en mundos poblados de figuras inquietantes. Volcanes, fueguitos, palmeras, acampes, alternan su presencia con siluetas despojadas de detalles. Recorridos, triangulaciones, capuchas o encapuchados juegan el juego de un viaje furtivo, de una aventura avasallante, entre universos simbólicos de una quietud expectante que antecede a la eclosión”.

“Una eclosión latente, contenida. Muros aparentemente infranqueables evidencian borrosos límites entre el adentro y el afuera. En la obra de Matos, esa fragilidad se vuelve imagen. Los registros fotográficos abundan: libres pensamientos volcados en el mobiliario, amor y guerra, referencias musicales apropiadas, complicidades, cartas secretas… en la escuela todo es historia. Chicos de carne y hueso aferrándose al hoy, ojalá poder pensar en un mañana. Avioncitos como flechas surcando el cielo del aula repletos de sueños; lo efímero de la tiza y la palabra; borrón y cuenta nueva para volver a empezar. Müller-Cavallaro-Matos: Historias para desentramar”, finaliza Cortés.