Buscan cómo defenderse de virus y bacterias

LOS INVESTIGADORES DEL CONICET SANTIAGO PALMA, CRISTINA PISTORESI Y GABRIEL MORÓN

Investigadores de nuestro país desarrollan un trabajo científico mediante el cual se procura remediar la disminución de la capacidad del sistema inmunológico en el envejecimiento, a través de estrategias que brinden a los adultos mayores capacidad de defensa contra bacterias y virus.

El inmunólogo Gabriel Morón, investigador del Conicet, explicó que “con el envejecimiento, hay funciones que empiezan a cambiar y a deteriorarse, y entre ellas está el sistema inmunológico, que tiene una menor capacidad de defensa frente a nuevas infecciones con virus o bacterias. Y lo que estamos intentando, es inducir una respuesta inmune eficaz”.

Los investigadores destacaron que “en dos situaciones fisiológicas hay una menor capacidad del sistema inmune. Una es en el recién nacido, donde el sistema comienza a aprender cómo actuar, y el otro es en un sistema envejecido, donde hay ciertas fallas que provocan que haya una menor capacidad de defensa ante infecciones”.

LOS EXPERIMENTOS

“Nosotros nos hemos concentrado en dos o tres sistemas, y el que hasta ahora ha obtenido más resultados fue el CpG (oligodeoxinucleótidos) como adyuvante de vacunas, que mejora la respuesta defensiva del organismo”, señaló Morón, quien explicó que el CpG “es una sustancia que se parece al ácido desoxirribonucleico -ADN- que está en las bacterias y que actúa como señal de peligro que hace que los adyuvantes respondan como si fuese una bacteria”.

“En experimentos con ratones, hemos encontrado que el CpG podría ser un buen adyuvante para vacunas que se aplican a personas envejecidas”, planteó el investigador, quien advirtió que “resta un largo camino” para poder aplicar el recurso en humanos.

Por su parte, Santiago Palma, también investigador del Conicet, apuntó que “hay sustancias que pueden ser beneficiosas para el tratamiento o el diagnóstico de enfermedades, pero muchas veces esa eficacia se ve restringida por problemas químicos, físicos o de interacción con el medio biológico”.

Palma, quien en su área investiga el diseño y desarrollo de sistemas portadores de fármacos o moléculas reactivas, como el CpG, observó que “para esos casos se diseñan estrategias para permitir que esa molécula terapéuticamente útil, lo sea aún más o tenga menos efectos adversos, a través de un sistema portador que lo vehiculice”.

El área de Palma trabaja para el transporte de fármacos “con el coagel, que podría servir como escudo protector del CpG, una molécula que tiene problemas de distribución, de estabilidad química y de integración con algunas moléculas del organismo, y vimos que podrían ser salvados algunos de estos problemas utilizando algo que proteja al CpG, como el coagel”.

Según se señaló, los estudios que se vienen desarrollando ayudarán “a establecer una inmunoprofilaxis adaptada a un individuo envejecido, y lograr una respuesta óptima durante esta etapa de la vida”.

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