Están en baja todos los rubros de actividad

El proceso recesivo que vive el país arroja datos cada vez menos alentadores y hay coincidencias en que si se produce mayor gasto público, habrá efectos negativos.

La caída en la actividad económica que sufre la Argentina responde a una contracción generalizada de los distintos componentes del producto bruto interno (PBI). Esta situación plantea una encrucijada para el Gobierno, ya que un aumento del gasto público para impulsar el consumo genera, en un contexto de atraso cambiario, inflación y déficit fiscal financiado con emisión, efectos negativos.

En lo que va del año, de acuerdo con distintas mediciones oficiales y privadas, se registran caídas en el consumo agregado (la suma del gasto privado y el público), la inversión y las exportaciones, es decir, los componentes del PBI medido como flujo de gastos.

Si bien la caída de las importaciones podría tener un efecto contable positivo, los analistas advierten que afecta la actividad, ya que la mayor parte de las compras al exterior están compuestas por insumos para la producción.

El principal componente del PBI, es el consumo privado, “que explica más del 60% de la demanda agregada”. Pero distintas mediciones muestran que el consumo de las familias ha venido cayendo en los primeros meses del año.

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