Inquietud de los jubilados nacionales por el conflicto entre el PAMI y las farmacias

Luego del paro del viernes pasado, que se tradujo en la no atención para los jubilados nacionales, a raíz del conflicto que mantiene la obra nacional PAMI con las farmacias, y cuyo alcance dejó pocas dudas acerca de los problemas que una eventual prolongación del enfrentamiento podría tener para los pasivos, corresponde insistir para que en estas horas se acentúe la búsqueda de fórmulas de acercamiento entre las partes.

Lo cierto es que las farmacias de La Plata, al igual que las del resto de la provincia de Buenos Aires y de la capital no atendieron el viernes pasado a través de la obra social PAMI, para protestar por una deuda que la mutual nacional mantiene con el sector.

Tal como se informó, la medida, que fue adoptada por la Confederación Farmacéutica Argentina en medio de un plan de lucha a nivel nacional, podría repetirse esta semana, según anticiparon distintos voceros.

Señalaron desde la Confederación de farmacéuticos que ante la falta de respuesta, tanto por parte del PAMI como de la industria farmacéutica, gerenciadora del convenio, las farmacias de todo el país decidieron el corte progresivo del crédito a las prestaciones al convenio PAMI.

Desde el Colegio bonaerense se recalcó que no es intención de la comunidad de farmacéuticos causar un perjuicio a los jubilados, recordándose que la farmacia es un servicio público y que como tal se defiende el modelo de acceso universal.

No es la primera vez que, en los últimos años, se han visto puestas en riesgo muchas prestaciones destinadas a la atención médica de los jubilados nacionales. Así, aún se recuerdan los serios inconvenientes que atravesaron hace tres años los afiliados al PAMI en nuestra región, en ese entonces, por la falta de información existente en torno a los profesionales médicos que se encontraban en condiciones de atenderlos y, asimismo, por la falta del servicio de ambulancias a raíz de una deuda que el ente asistencial mantenía con la empresa a cargo de esa prestación.

Tal como se ha dicho en esta columna, lo cierto es que, por una u otra razón, los afiliados al PAMI vienen sufriendo situaciones incómodas y traumáticas, a las que se sumó ahora la alternativa concreta de que puedan verse privados de la cobertura de medicamentos. Se trata, sin dudas, de una posibilidad completamente injusta, para quienes a lo largo de toda una vida han aportado y merecen un trato correspondiente.

Se ha expresado también que está fuera de duda y de toda posible relativización que los afiliados tienen derecho a una adecuada y constante cobertura médico-asistencial, así como a una correcta y ágil atención. Se ha dicho en forma insistente aquí que la salud es un bien inalienable, cuya atención integral debería verse garantizada en forma inexcusable.

En este caso, lo que está en juego es el derecho de un enorme universo de jubilados a contar con una cobertura eficiente en todo momento, por la cual, además, realizaron aportes a lo largo de sus vidas. Estos y otros antecedentes obligan al Estado a extremar esfuerzos en la búsqueda de soluciones al injusto problema planteado para los jubilados nacionales de nuestra región.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE