La naturaleza arremete con furia

320 kilómetros por hora: esa es la velocidad que lleva el tornado EF5, máxima potencia en la escala Fujita, que azota en el film “En el tornado”, que llegará con sus tres kilómetros de ancho esta semana a las salas locales.

La película es una creación de Steven Quale, quien tiene experiencia en eventos destructivos por su paso en el equipo de producción de “Titanic” y por encabezar “Destino Final 5”, se sostiene a partir de dos tradiciones recientes en el cine: los filmes sobre tornados y las películas realizadas a partir de falsos metrajes encontrados. La primera comenzó con “Twister”, en 1996; la segunda, con “El proyecto Blair Witch”, en el año 1999.

Es que, por un lado, el cine estadounidense siempre ha sido paranoico y, agotada la temática del terroristas y restablecida la sensación de seguridad nacional tras las campañas en Medio Oriente, el país del norte parece volver a la temática del cine catástrofe. Por el otro, en un mundo hiperconectado donde todos filman todo, narrar un film en primera persona es hasta lógico y, además, brinda una adrenalina particular que desde la cámara fija y distante no se logra.

“Es un estilo que hace que los espectadores se sumerjan en la historia y formen parte de la misma como si fueran un personaje invisible que también vive los acontecimientos”, contó el productor Todd Garner.

Quale creyó que el concepto de rodaje en primera persona encajaba perfecto con una película de desastres naturales: “Ayuda a crear más tensión, pues el sentimiento de urgencia va implícito. Recopilar toda la acción que tiene lugar en una historia como ésta es un proceso complejo, así que me lo tomé como un reto con el que me lo pasaría muy bien”.

LA Historia

“En el tornado” aprovecha el uso de la cámara subjetiva para narrar una historia coral que cuenta con las actuaciones de Richard Armitage (“Robin Hood”) y Sarah Wayne Callies (la doctora de “Prison Break”) entre otros: muchos personajes equivalen a muchas cámaras y, por ende, a muchas historias.

Todo comienza cuando la ciudad de Silverton se ve arrasada por una serie de violentos tornados sin precedentes y quedará sometida a unos letales y erráticos ciclones, aunque, según el pronóstico de los expertos, lo peor está por llegar. Mientras algunos buscan refugio, otros se atreven a acercarse al vórtice, poniendo a prueba lo lejos que puede llegar un cazador de tormentas para conseguir unas imágenes irrepetibles.

“Los tornados, en su forma más perfecta, son como monstruos, pues, aunque parezca que te están persiguiendo, su camino es totalmente aleatorio”, reflexionó Garner acerca del fenómeno: en esta tradición de los filmes sobre catástrofes naturales es evidente la deuda con las películas de monstruos, hoy algo pasadas de moda.