No frenan los destrozos y robos en las escuelas de la Ciudad

Ahora fue el turno de la Primaria 39 y la Secundaria 78 de Melchor Romero, ubicadas a 30 metros de la comisaría


Otro colegio de la Región se convirtió en víctima del vandalismo durante el último fin de semana. Por partida doble, la Primaria º39 y la Secundaria º78 en Melchor Romero debieron suspender las clases durante todo el día de ayer mientras la policía científica realizaba las pericias correspondientes.

Un desolador panorama esperaba a los directivos del colegio primario Justo José de Urquiza y la Escuela Secundaria Básica Nº78 cuando ayer por la mañana, al abrir las puertas de los edificios educativos, se encontraron con un gran números de destrozos que impidieron el dictado de clases durante toda la jornada.

Tras romper una malla metálica en las ventanas de la cocina, los sujetos habrían ingresado a la primaria º39 en algún momento entre la noche del sábado y la madrugada de ayer. Hasta el sábado a la tarde, en el interior del colegio habían estado trabajando para armar las decoraciones con las que ayer habrían recibido la primavera los alumnos del colegio.

Una vez en el interior del colegio, ubicado en 173 y 517, los delincuentes destruyeron vidrios, muebles y armarios de 6 de las 12 aulas que conforman la institución, sustrayendo en el proceso un equipo de música, un taladro, una caja de herramientas, una hidrolavadora y una soldadora, todas herramientas que según autoridades del colegio conformaban su “kit de autoreparaciones”.

Similar suerte corrió la escuela secundaria adyacente Nº78, donde ingresaron a través de una claraboya del techo de los baños en la planta alta, rompiendo los paneles de durlock, y dejando los cables del tendido eléctrico expuestos.

Luego de destrozar el vidrio sobre la puerta de los baños, tuvieron acceso al resto del edificio y procedieron a “revolver todo”, forzando puertas mediante barretas, robando monitores, tres netbooks del aula de dirección, y parte del equipo de educación física que había sido recientemente adquirido sin siquiera ser estrenado.

1.400 CHICOS SIN CLASES

A raíz de los destrozos y la necesidad de permitir a la policía científica realizar su labor, debieron suspender tanto las clases matutinas como las de la tarde, afectando la jornada educativa de casi 1400 chicos entre primario y secundario.

Sandra Mani, directora del colegio primario, expresó su pesar y frustración por una situación que carece de originalidad para ambas instituciones.

“Hace tres meses también entraron, pero no habían provocado el desastre que hicieron ahora” señaló, en referencia a los dos episodios delictivos anteriores que el edificio ha sufrido ya en lo que lleva del año. Peor suerte corrió previamente la secundaria cuando a principio de año sufrieron un robo donde los delincuentes sustrajeron netbooks, equipos de música y sonido, filmadoras y monitores LED.

“Necesitamos urgente que nos instalen una alarma” manifestó la directiva, que explicó que, aunque haya una comisaría a 30 metros, sin un sistema de detección o aviso de intrusiones, no es mucho lo que pueden hacer.

Cabe indicar que la mayoría de casos de vandalismo se produjeron este año en las escuelas públicas.

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