Oncología: ¿Qué es la terapia con protones?
| 28 de Septiembre de 2014 | 00:00

La terapia con protones es, según los especialistas del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, una radioterapia consistente en el uso de un tipo de energía (llamada radiación ionizante) para destruir las células cancerosas y reducir el tamaño de los tumores.
En este sentido, la Sociedad Americana contra el Cáncer señala que la radiación ionizante se puede clasificar en dos tipos importantes: fotones y partículas. La radiación con fotones (rayos X y rayos gamma) es la que se usa más ampliamente en el tratamiento del cáncer.
Por su parte, la terapia con protones es un tipo de radioterapia con haces de partículas. Se indicó que los haces de protones “causan menos daño a los tejidos que atraviesan y son muy efectivos en destruir a las células cancerosas al final de su trayectoria. Debido a esto, se cree que los haces de protones son capaces de hacer llegar más radiación al cáncer, a la vez que causan menos efectos secundarios en el tejido normal”.
No obstante, aclaran desde esta institución que aunque los protones “se usan para ciertos tipos de cáncer, aún se necesita estudiarlos más para usarlos en el tratamiento de otros”.
El Proton Therapy Center de Praga utiliza la terapia de protones para tratar tumores cerebrales, de cabeza y cuello, de pulmón, páncreas, próstata, linfomas malignos y cánceres infantiles.
“La terapia de protones ofrece a los pacientes pediátricos una opción de tratamiento mejor que la radioterapia convencional. No es una carga para el organismo en crecimiento por los efectos adversos de la radiación y reduce al mínimo las complicaciones agudas y las complicaciones a largo plazo”, aseguran.
Este centro sanitario señala que en la radioterapia convencional una parte de la dosis pasa por el tejido anterior al tumor, penetra en el tumor y llega al tejido sano posterior al tumor. Sin embargo, el haz de protones transfiere una dosis mínima al tejido anterior al tumor, la dosis máxima llega al tumor y el tejido sano posterior al tumor no recibe radiación.
“Esto hace que la terapia de protones sea más beneficiosa con el tejido sano que rodea el tumor”, subraya.
Natalia Carballo, jefe del servicio de Oncología Radioterápica de MD Anderson Cancer Center Madrid, explica que en la radioterapia convencional “los haces de rayos X atraviesan tanto tejidos sanos como cancerosos, destruyendo todo lo que se encuentre en la trayectoria del haz. Los tejidos cancerosos resultan dañados, pero también el tejido sano que los rodea. En consecuencia, los médicos deben limitar las dosis de radiación tradicional a fin de reducir al mínimo los efectos perjudiciales para los tejidos normales próximos al tumor”.
La Dra. Carballo afirma que la terapia de protones permite aplicar poderosas dosis de radiación directamente en el tumor, con poco daño para el tejido sano circundante. “Esto es especialmente importante cuando se tratan áreas cercanas a órganos vitales, como los pulmones, o tumores cercanos al ojo, el cerebro o el esófago, y también cuando se tratan cánceres en niños, cuyos cuerpos aún están creciendo”.
Sin embargo, esta experta recalca que la terapia de protones “no ha demostrado una mayor supervivencia frente a otras técnicas”.
Antonio Ortega, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Quirón de Málaga, destaca que la terapia de protones “no es la panacea”.
Según indica el oncólogo, “hay estudios que evidencian que en cáncer de próstata tiene efectos secundarios como la radioterapia o incluso peores”.
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