Un buen masaje

Rápido, lento, vigoroso o aromático. Hay distintas técnicas, pero todas propician el relax y el bienestar

Creados para el goce más hedonista, los nuevos masajes se ocupan de mimar el cuerpo, relajar y desbloquear, además de calmar las tensiones las molestias y los dolores impertinentes.

“En cada masaje se trabaja la piel centímetro a centímetro y las manos nunca pierden el contacto con la piel de la persona que recibe el masaje”, explican los especialistas en el arte del masaje.

El silencio, la temperatura ambiente, la actitud de la terapeuta respetuosa, cercana y calmada, la comodidad de la cabina, la calidad del producto que se utiliza son algunos de los secretos que garantiza el éxito del masaje.

Dentro de los diferentes tipos de masajes, se puede destacar el sueco. Esta técnica trabaja los músculos para aliviar el dolor de espalda y la pesadez de las piernas, al mismo tiempo que se mejora la circulación y la calidad de la piel. El masajista utiliza algunos movimientos como el rozamiento, la fricción en rotación y percusiones, entre otros protocolos.

El neuromuscular es un tipo de masaje que se ocupa de aliviar los dolores musculares y las tensiones con una técnica que comprende numerosas maniobras de amasamiento, fricción y compresión.

“Está recomendado para todo tipo de personas que padecen molestias musculares, desde las que realizan deportes de alto rendimiento hasta personas que trabajan en una oficina con estrés o que realizan posturas que les provocan tensiones”, aseguran los expertos.

Por otro lado, en el craneal, el protocolo resulta idóneo para las personas más estresadas y se realiza a base de ligeros toques, presiones y fricciones en el cuero cabelludo siguiendo siempre los puntos Marma, que desbloquean las tensiones y mejoran los niveles de energía, además de favorecer el estado de bienestar.

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