Las idas y vueltas del odontólogo que mató a su familia
| 30 de Enero de 2015 | 00:00

El 23 de mayo de 2008 Ricardo Barreda obtuvo el beneficio de prisión domiciliaria y se trasladó para cumplirlo a la casa de “Pochi” André. Años más tarde obtuvo la libertad condicional y fijó domicilio en ese departamento de Belgrano. Pero hace unos meses el odontólogo advirtió sobre el estado de salud de su mujer, un informe del Patronato de Liberados encendió una luz de alerta y tras una audiencia con la pareja, el 22 de diciembre el juez de ejecución de la pena, Raúl Dalto, revocó la condicional del odontólogo. Dispuso su “inmediata detención”, tras considerar “sumamente riesgosa” la convivencia que Barreda sostenía con su actual pareja. Y aclaró que podría “revisar” la decisión una vez que Barreda “aporte otro domicilio y la Justicia lo entienda conveniente para continuar con el debido control”.
Con el informe socioambiental elevado el 26 de enero, el juez de ejecución penal en turno por la feria podría resolver hoy. Si no lo hace, a partir del lunes deberá hacerlo Dalto.
Barreda fue condenado en 1995 a la pena de reclusión perpetua por el homicidio de su esposa, Gladys McDonald, de 57 años; su suegra, Elena Arreche, de 86, y sus hijas, Cecilia, de 26, y Adriana, de 24, el 15 de noviembre de 1992 en su casona de 48 entre 11 y 12.
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