Romero: está en coma el joven que recibió una trompada en la puerta de un boliche

La madre aseguró ayer que no participó de ninguna pelea. “Le pegaron a él, porque fue al primero que vieron”

David Blaz (25), un vecino de Los Hornos, había salido a bailar en grupo a un boliche de 32 y 159. Muchos de sus amigos iban ahí por primera vez, para ver a los grupos que tocaban el sábado a la noche. Por culpa de un incidente que se generó dentro de la pista, en el que el chico no habría ni siquiera participado, terminó golpeado en la cabeza y quedó inconsciente. Ahora está en coma y su familia, desesperada, a la expectativa de una mejora pronta.

El caso ya había sido publicado por este diario, pero Justina Correa, la madre del joven, marcó varias salvedades respecto de la primera versión que se difundió desde la comisaría.

“Mi hijo no estuvo metido en el lío que se armó adentro. Los patovicas sacaron a varias personas que se estaban peleando, y en el medio de todo eso le pegaron a uno” de los custodios, indicó la mujer.

Ese incidente inicial no se terminó cuando el personal de seguridad de ese local ya hubo expulsado a empujones al grupo de los que se enfrentaban. “Uno de los patovicas salió afuera y empezó a preguntar quién le había pegado a su compañero. Y le pegó al primero que vio, que era mi hijo”, aseguró Justina, en diálogo con EL DIA.

Según el relato de la mujer, David quedó tendido en el piso, con dos golpes: el de la trompada que le pegaron en la sien y el corte que sufrió cuando cayó en seco al piso.

Ese traumatismo, en un costado de la cabeza, fue el que lo dejó desmayado, “con sangre en la boca y en la nariz, y los ojos en blanco”, según la descripción que Justina recibió de algunos testigos.

Lo que también le comentaron algunos de quienes vieron la secuencia fue que “había cuatro policías parados en el frente del boliche, que no hacían nada, aún cuando la gente les pedía ayuda, se desentendieron de todo”, resaltó la madre del herido.

“Eso fue lo peor, porque tampoco hicieron nada con el patovica que le pegó a mi hijo. Parecía que estaban pintados. Y para colmo, cuando yo denuncié eso en la comisaría, me decían que no tenía importancia”, agregó ella.

A David lo llevaron al hospital de Romero en el auto de un amigo. Ahí sigue internado a pesar de los “problemas de que no hay camas disponibles” a los que se refirió Justina.

Mientras cada hora que corre parece crucial en cuanto a la expectativa de que el joven pueda salir adelante (ver aparte), ya arrancó una investigación que cuenta con los dichos de tres testigos, al parecer coincidentes en que el ataque estuvo en el puño cerrado de un patovica.

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