El inicio de una carrera repleta de obstáculos

Por RAUL VIVES

Tras el triunfo electoral, en su primera semana como presidente electo, Mauricio Macri no tuvo un minuto de sosiego.

Apenas la noche del domingo 22 para festejar y bailar.

La dimensión de la herencia económica y social que deja Cristina Kirchner se acrecienta a medida que desaparece el velo del relato y queda expuesta la dura realidad.

La transición se parece más a una huida en donde queda tierra arrasada y enormes interrogantes sobre qué encontrará la futura administración.

“Hasta el 10 de diciembre no vamos a saber con qué nos encontramos” es la frase del próximo ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, que sintetiza las expectativas.

También existe un desbalance entre el nivel de demandas que la sociedad contabiliza con la llegada de la nueva administración, las promesas de cambio y recuperación económica, con las reales chances de eludir un fortísimo sinceramiento del dólar, las tarifas y la enorme emisión monetaria.

Aunque estas esperanzas sociales forman parte de cualquier cambio de gobierno.

El inicio de la administración de Mauricio Macri se presenta como una carrera de obstáculos, los conocidos y los que aún faltan conocer

INTRANSIGENCIA

Al contrario, sorprendió al futuro oficialismo la intransigencia de la administración K, que cerró las puertas a una colaboración en la corta transición, negando información sensible, avanzando con la aprobación de casi un centenar de leyes y además, sosteniendo la permanencia de funcionarios claves en el Banco Central, el AFCA o la Procuración de la Nación.

Aunque la sorpresa mayor provino de la Corte Suprema.

Un misil al presupuesto y gasto del próximo gobierno, de una dimensión incalculable, que reconoce la deuda de la Nación con tres provincias.

Un “peludo de regalo” que viene de la era K, que los ministros de la Corte no se habían atrevido o no quisieron fallar, pese a larga data del reclamo y la legitimidad.

COPARTICIPACION

El desapego de la Corte a las cuestiones prácticas también sorprende, ya que activa demandas que podrán hacer otras provincias y la urgencia de una reforma de la ley de coparticipación.

Un largo y silencioso olvido de la Justicia y la política: ya se cumplieron 20 años de la reforma constitucional del ‘94 que ordenó una nueva ley de coparticipación que debía entrar en vigencia dos años más tarde.

El inicio de la administración de Mauricio Macri se presenta como una carrera de obstáculos, los conocidos y los que aún faltan conocer.

Las dudas en el mundo de los negocios son muchos, aunque prevalece el optimismo respecto a las chances de normalizar la economía e iniciar una etapa de despegue.

Las medidas y la implementación de un programa económico son aún materia de debate en el flamante gabinete designado por el presidente electo.

EFECTOS SOCIALES

En particular por los efectos sociales que tendría el sinceramiento de variables como el dólar, las tarifas, subsidios y la necesidad de bajar el nivel de emisión en función de administrar una baja en la tasa de inflación.

Algunos aspectos, sin embargo, ya van tomando forma y serían de implementación inmediata una vez asuma el cargo Mauricio Macri.

Una medida tiene que ver con la suba del mínimo no imponible que graba Ganancia de los salarios, monotributistas y autónomos.

Es una de las promesas de campaña y que el nuevo presidente espera cumplir rápidamente.

Es también una demanda de las centrales sindicales y que permitirían a la futura administración navegar las turbulencias de los primeros meses, cuando avance con la unificación del mercado del dólar y la actualización de las tarifas.

Otra decisión que apunta a la reactivación son las vinculadas a la agroindustria.

La nueva política para el campo facilitaría la liberación de entre 4.000 y 6.000 millones de dólares

El combo contempla la eliminación de las retenciones a las exportaciones para el maíz, trigo y girasol, todas por encima del 20%, y de una reducción de 5% para la soja, en un programa de bajas anuales hasta su eliminación total.

A esto se suma la baja para las exportaciones de carne.

La nueva política para el campo facilitaría la liberación de entre 4.000 y 6.000 millones de dólares hoy en silobolsas y una fuerte ampliación de las áreas sembradas para la próxima cosecha.

Se trata de una decisión clave para recomponer las reservas del Banco Central y unificar el mercado de cambios.

Las otras fuentes para sumar dólares a las reservas internacionales son los anticipos que harían las grandes exportadoras de cereales, la colocación de un bono y los ingresos por inversiones hoy en stand by a causa del cepo cambiario.

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