El y ella están de vuelta

Por MARIA VIRGINIA BRUNO

Cuando usted, lector, esté leyendo estas líneas, la gran mayoría de los fanáticos de “House of Cards” seguramente recién se esté yendo a dormir, después de una sobredosis de capítulos de este exitoso drama norteamericano, cuya tercera temporada se encuentra habilitada para los usuarios de Netflix desde las cero horas de hoy.

El countdown se terminó y, al fin, los seguidores de esta serie que ya quedó en la historia por haber sido la primera producción online en ganar el Emmy (tres de nueve en 2013), podrán conocer cómo sigue la vida de la pareja más poderosa e inescrupulosa de Washington D.C.

La promesa no cumplida del cargo de Secretario de Estado no decepciona a Francis Underwood: con la cabeza gacha, y ocultando sus verdaderas intenciones detrás de una aparente, leal y convincente piel de cordero, el líder democrático del Congreso urdirá un maquiavélico plan de venganza con la ayuda de su esposa, la bella e implacable Claire.

Creada por Beau Willimon en base a la miniserie de la BBC que lleva el mismo nombre, esta nueva entrega, que llega después de los 26 capítulos que completan la primera y la segunda temporada, tiene al matrimonio Underwood peleando por mantenerse en lo más alto del poder: la amenaza mayor es enfrentarse a ellos.

Intimidante y en la misma medida seductora, la voz en off de Frank calmó un poco la saciedad de sus fanáticos con el primero de los avances promocionales. “¿Quiere saber qué requiere verdadero valor? Permanecer calmado cuando hay tanto en juego” esboza, gélido, mientras la cámara parece empequeñecerse con esa mirada penetrante que, combinada con la música dramática, oscura y ‘edgy’ de A Perfect Circle –“Counting Bodies Like Sheep to the Rhythms of the War Drums”-, le llega a la mismísima audiencia en forma de lo que cotidianamente llamamos piel de pollo.

Estelarizada por el oscarizado y multipremiado Kevin Spacey, esta ficción puso otra vez en el candelero a Robin Wright, la talentosa actriz que con este papel dejó atrás su etiqueta de “ex mujer de Sean Penn” para convertirse, junto al protagonista de “Belleza Americana”, en la pareja de actores más rendidora de la televisión norteamericana. Los dos, por encarnar a este despiadado matrimonio, fueron distinguidos con el Globo de Oro a las mejores interpretaciones dramáticas.

Política, medios, sexo, avaricia, sangre y corrupción son las temáticas que se pueden encontrar en “House of Cards”, la serie más comentada en las redes sociales el pasado 18 de enero cuando, tras conocerse la noticia de la muerte del fiscal Alberto Nisman, sus seguidores comenzaron a establecer similitudes entre la ficción y la realidad.

Producida por David Fincher, Joshua Donen, Beau Willimon, Kevin Spacey, Dana Brunetti, John David Coles y Eric Roth, los trece flamantes episodios estuvieron disponibles por algunos minutos en la plataforma de Netflix el pasado 11 de febrero, una ¿filtración? que muchos vieron como una estrategia promocional. “Cuando Frank Underwood quiere molestar, lo hace de verdad”, tuitió al respecto Beau Willimon.

A pesar de que la empresa más popular de contenidos on demand no da cifras sobre sus usuarios, se estima que más de 13 millones y medio de personas han visto la serie, una buena parte de los cuales, seguramente, esté haciendo colapsar el sitio en este momento.